El caché de Christine Lagarde

He estado meditando y quizás lo que me ocurra es que soy envidiosa, o si no soy, quizás estoy. Siempre considereme persona generosa a la par que desprendida, pero es tal el sentimiento que tengo que deberé reflexionar sobre ello.

Porque reconnózcanme que lo del caché de la señora Lagarde es motivo suficiente para tenerme desnortada, desatinada, descontrolada y desesperanzada. Sobre todo desesperanzada.

Y es que su magnífico y supuesto curriculum acaba de ser valorado, ni más ni menos, ni menos ni más, que en un total de 551.700 dolares anuales, libres de impuestos. Un 11% más que su inefable predecesor.

Es lo que tiene ser nombrada Directora Gerente del FONDO MONETARIO INTERNACIONAL.

Además si renunciara o renunciase a su cargo, recibiría una compensación en función del tiempo de su mandato y también una pensión vitalicia, que suponemos sea suficiente para incluso su próxima reencarnación.

Porque, estimados visitantes de este blog, da igual que la señora Lagarde no sea economista, que no lo es. En este caso, casi sería preferible que fuera bombera ya que esta es la única y honorable profesión capaz de apagar los fuegos que va encendiendo, por acá y por acullá, esta institución.

Ahora bien, no se crean porque no lo tiene tan fácil la pobre y sufrida señora Lagarde. Los términos del contrato son duros, durísimo. ¡Qué barbaridad! Le piden que deberá tener "los más altos estándares éticos de conducta".

¡Cuánta exigencia!

Al Consejo que le ha nombrado se le ha debido olvidar los problemas de la señora Lagarde con la justicia francesa. De este tema ya hablé en mi blog el 25 de mayo. En esta entrada si ustedes quieren leerla completa, pero reproduzco aquí lo que entonces dije de este entonces supuesto nombramiento:

"La señora Lagarde actualmente se halla inmersa en un proceso de investigación por un supuesto caso de abuso de poder. El conocido caso Bernard Tapie.

La Fiscalía General de Francia considera que hay razones suficientes para investigar a la ministra Lagarde comprometida con el fallo de un tribunal arbitral en el litigo entre el empresario Bernard Tapie y el banco, anteriormente propiedad estatal, Crédit Lyonnais. De acuerdo con la decisión de entonces, Tapie recibió 285 millones de euros en 2008 de indemnización para saldar sus problemas con el gigante alemán de ropa deportiva, un hecho que provocó gran revuelo político.

Ya hace mucho tiempo que el Fondo Monetario Internacional para muchos ciudadanos del mundo está en entredicho. Por cierto recomiendo ver, aquellos que aún no lo hayan hecho, el documental "Inside Job".  Sin embargo, a los poderosos les debe "refanfinflar" que en la presidencia se pase de un presunto, por abusos sexuales, Dominique Strauss-Kahn a una presunta, por asuntos económicos, señora Lagarde. La preocupación y las dudas tan sólo para los ciudadanos de a pie. Ellos están muy por encima de estas "pequeñas presunciones".

Todo sigue vigente.

En todo caso, reconózcanme que es absolutamente cuestionable que mientras los directivos del FMI navegan por las alturas con unos privilegios indecentes, sigan mandando consignas a los gobiernos para que aprieten aún más las tuercas a sus ciudadanos, atacando de frente, y sin solución de continuidad, el estado de bienestar de millones y millones de personas.

Cuándo esos incompetentes gobernantes aceptarán que, además de todo la indecencia manifiesta, las recetas del Fondo Monetario Internacional paralizan la economía en lugar de favorecer el crecimiento económico. 

En fin, estamos ya tan acostumbrados a ver y oír indecencias que casi nos sentimos vacunados. Pero no, no podemos asumirlo. No queremos asumirlo.

¡Qué pena, verdad!