La realidad me obliga, señor Rajoy

 

Ya todos conocemos cómo el presidente Rajoy en una entrevista concedida al diario ABC justificaba su cambio de políticas en relación a lo previsto en su programa electoral, programa por el cual gano las elecciones, a causa de la realidad. Exactamente sus palabras, ya famosas, fueron: "Quién me ha impedido  cumplir el programa electoral es la realidad". Por primera vez no fue el Gobierno Zapatero el responsable de sus decisiones. 

Yo no se si el presidente Rajoy es consciente de cómo nos ha dado a los ciudadanos carta blanca para justificar nuestras acciones en función de la realidad. De hecho, incluso en mi malévola mente, por la que seguro me condenaré, he albergado la idea de que conciendo sus pocas aficiones al trabajo (llevaba fama de vagoneta en sus tiempos) y cansado de tanto estres presidencial, el presidente Rajoy haya dicho tal frase, con conciencia y alevosía, para llamar subliminalmente a la desobediencia civil, lo cual terminaría con su mandato y por ende con su retiro a algún lugar de Galicia de cuyo nombre no puedo acordarme. Quizás, no?

Señor Rajoy, a nosotros la realidad también nos obliga. Porque la realidad del 99% de los españoles es:

* bajada salarial

* miedo real a la pérdida de puesto de trabajo con la última reforma laboral

* aumento considerable de impuestos

* subida brutal del IVA en productos de primera necesidad para muchas familias, como son los gastos escolares

* copago farmacéutico que ha desprotegido a muchos ancianos que no pueden asumir esos gastos

* disminución de becas de estudio en todos los niveles

* desprotección sanitaria de miles de inmigrantes

* atraco sinigual a millones de pequeños ahorradores con las "preferentes"

... una lista, ésta, que podría alargarse durante páginas y páginas.

Por eso le decía, señor Rajoy, que a nosotros la realidad también nos obliga. Nos manda. Nos demanda. Y lo que nos demanda es la DESOBEDIENCIA CIVIL. Como por ejemplo:

* Sustración de productos alimenticios básicos para las 400.000 familias fuera de cualquier subsidio.

* Ocupación de los millones de pisos vacíos para que sean utilizados por los deshauciados, por los parados, por los jóvenes que no pueden acceder a una vivienda digna.

* Persecución y arrinconamiento social de los banqueros que han dejado a millones de ciudadanos sin los ahorros de toda su vida.

* Desobediencia a pagar el IRPF mientras se siga manteniendo la vergonzante amnistía fiscal para todos los  ladrones de guante blanco.

* Forzar a los diputados y senadores de las Cámaras a que asuman los mismos recortes que sufren y padecen los empleados públicos, de los cuales muchos, un porcentaje altísimo, son mileuristas.

* Fomentar la objeción de conciencia entre el personal sanitario para que atiendan en todos los casos a los inmigrantes sin papeles que no pueden asumir sus gastos sanitarios.

* Obligar a un Referendum dado que el actual gobierno engañó a la ciudadanía con un programa falso y torticero aún a sabiendas de que la "realidad" le impediría cumplirlo.

... y también esta lista podría alargase ad infinitum. Lamentablemente.

En definitiva, señor Rajoy, ya que usted ha abierto la caja de los truenos, yo, y quizás algunos más, nos sentimos con la suficiente legitimidad para seguir la estrategia que nos convenga, estrategia sustentada en nuestra "realidad". 

Por ello, me personaré  a cuantas convocatorias, manifestaciones, huelgas y similares, me plazca para mostrar mi rechazo total a su gobierno, a sus políticas, a sus mentiras, a sus atracos. Para decirles, en definitiva, que me siento legítimamente avalada para tomar las decisiones que crea conveniente en función de mi realidad.

Así es que, señor Rajoy, me declaro en desobediencia civil porque a mí la realidad me obliga a ello.