Después de bastantes días fuera de la blogosfera, espero ir incorporándome pocoa a poco, según me vaya poniendo al día de nuestra actualidad, una actualidad preocupante y que no parece que vaya a mejor. Quizás todo lo contrario.
Como ya les conté, me fui a Uzbekistán a recorrer esas ciudades míticas de la Ruta de la seda: Khiva, Bukhara y Samarkanda. El viaje es largo porque las comunicaciones son pésimas. Carreteras en mal estado, muy mal estado. Sin embargo, a pesar de este importante inconveniente, a mí me ha merecido la pena.
Uzbekistán fue parte integrante del Imperio Samánida hasta que pasó a la Dinastía Timúrida. La región fue conquistada en el siglo XVI por los nómadas uzbekos, que hablaban un dialecto del turco oriental. La mayor parte de la población uzbeka sigue hablando el Uzbeco, idioma de la familia de las lenguas turcas.
Fue incorporada al Imperio Ruso en el siglo XIX y en 1924 se integró en la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, pasándose a llamar República Socialista Soviética Uzbeka. Accedió finalmente a su independencia en diciembre de 1991 después de la desmembración de la URSS. Sin embargo su independencia no fue bien recibida por los uzbekos que creían que la Unión podría ser preservada de alguna manera.
La ciudad de Khiva, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1990, es un oasis al norte del desierto de Karakum, parada obligada por los caraveneros de la Ruta de la Seda. Una ciudad museo que representa la esencia de las ciudadelas oasis existentes en las llanuras de Asia Central: murallas, minaretes, madrasas, palacios de suntuosos patios, calles cercadas por altos muros de ladrillo, cúpulas vidriadas...
La ciudad tiene 2.500 años de historia muy bien llevada. Curiosamente, la mayor parte de la restauración de sus muchos monumentos y edificios históricos comenzó durante la época soviética. La silueta de Khiva está espinada por esbeltos minaretes, siendo el más famoso y el más alto es el Islom-Hoja Minaret: 57 metros de altura y 118 escalones abiertos a todo aquel que desee disfrutar desde arriba de la mejor vista aérea de esta ciudad-oasis y el desierto que la rodea.
Sin embargo la imágen de Khiva es la base del minarete Kalta-Minor, la obra inconclusa del kan Mohammed Amin, quien en 1851 se empeñó en levantar en Khiva la torre más alta del mundo musulmán. De haberlo logrado se hubiera llegado a distinguir la lejana Bujara. Tiene en la base mas de 14 metros y de altura 29 metros, sin embargo, tiene sólo la tercera parte de la altura del proyecto original.
El casco antiguo es el barrio de Itchan Kala, protegido por las altas murallas de ladrillo, de 12 metros de altura. En esta ciudad vieja hay más de 50 monumentos históricos y 250 antiguas casas, principalmente datadas entre los siglos XVII y XIX. Esta ciudadela de Itchan Kala mide 600 metros de longitud y 400 metros de anchura.
A continuación les dejo alguna de mis fotografías. Por cierto, me llamo mucho la atención que las mujeres uzbekas llevan cubiertos sus dientes con fundas de oro como signo de poder y de belleza.
Uno de los motivos de decoración más utilizados en Khiva son las "guindillas" que para ellos es símbolo de buena suerte e incluso las cuelgan en las puertas de sus casas. Motivo que aparece en gran parte de su artesanía.
Los uzbekos son un pueblo verdaderamente afable. Sonríen continuamente ante la oleada de turistas haciéndoles fotos e incluso posan para que podamos fotografiarles sin dificultad. Me han producido una gratísima impresión. En futuras entradas les seguiré contando mi experiencia uzbeka.
Los uzbekos son un pueblo verdaderamente afable. Sonríen continuamente ante la oleada de turistas haciéndoles fotos e incluso posan para que podamos fotografiarles sin dificultad. Me han producido una gratísima impresión. En futuras entradas les seguiré contando mi experiencia uzbeka.
Como siempre les digo, si pinchan las imágenes las verán mucho mejor en el slide. Espero las disfruten. Esta noche iré a visitarles a sus blogs.
Base del minarete Kalta-Minor
Base del minarete Kalta-Minor
Hotel Madrasa
Islom-Hoja Minaret
Ciudadela de Itchan Kala
Murallas
Murallas
12 comentarios:
Vaya fotos. Una gozada de viaje. Me alegro de que lo hayas pasado bien.
2 de mayo de 2012, 10:49Bienvenida. Un beso
Salud y República
Gracias, Carmen, por compartir este magnífico reportaje. Los que somos de natural poco viajero te lo agradecemos doblemente. Un saludo.
2 de mayo de 2012, 12:58¡¡¡¡Anda!!, era verdad que te hacías ese gran viaje, está claro que no en plan de Marco Polo pero has podido ver culturas milenarias, según muestran tus fotos. Luego nos miramos el ombligo, y somos los únicos.
2 de mayo de 2012, 13:36Ahora la segunda parte del viaje, ver y ordenar las fotos, al menos a mi me encanta esta otra fase de ordenar recuerdos.
Un abrazo Ciber.
Bienvenida a bordo y gracias por estas magníficas fotografías.Todo un recorrido por esos cuasi olvidades parajes.
2 de mayo de 2012, 15:19Ponte pronto las pilas que esto está muy feo.
Un beso y feliz día
Genial reportaje, espero que nos hayas traido unas cuantas guindillas que tanta falta nos están haciendo.
2 de mayo de 2012, 16:01Un saludo.
¡Me encantan las fotos! Mi hermana anda precisamente allí ahora.
2 de mayo de 2012, 16:41Te repito lo dicho en Facebook y que tomen nota los Almazanes y Txema. Un viaje así siempre es una buena excusa para una comida.
Un abrazo muy fuerte, Carmen y me alegro de que hayas disfrutado tanto.
¡Que maravilla de fotos!
2 de mayo de 2012, 18:35Espero que pongas mas!
Te vas a actualizar enseguida: Sigue Rajoy recortando.
Besos y salud
Tomo nota. Bienvenida Carmen y ya nos contarás más cosas.
2 de mayo de 2012, 19:31Besos
Cuánta belleza, Carmen. Seguro que has disfrutado del viaje, a pesar del mal estado de las carreteras. Se nota que vuelves contenta y relajada y más vale así, que en estos lares las cosas van de mal a peor. Pero ahora disfrutaré de estas fotos, los minaretes y ese mundo fascinante y lejano (qué bonitos los azulejos).
2 de mayo de 2012, 21:23Un beso.
Que gozada de viaje! Me alegro mucho. Bienvenida y un beso!
2 de mayo de 2012, 23:20Carmen, antes que nada, bienvenida!...y para seguir, te digo que al menos a mí me has abierto las puertas a un sitio que desconocía totalmente. Apenas alguna vez escuché nombrarlo pero no tenía ni idea de cómo era. Las fotos nos muestran un lugar muy especial con estética bien definida y arquitectura milenaria que merece conocerse. El detalle de la afabilidad de la gente nos habla que han encontrado un modo sano de vivir que les permite ser felices a pesar de las adversidades. Bien por ellos!
4 de mayo de 2012, 14:30Lo de los dientes de las mujeres forrados en oro como signo de ostentación y belleza es algo como para destacar por su peculiaridad.
Un abrazo fuerte.
Lo confieso: estoy muerto de envidia. He hecho la ruta con el google maps, localizando Khiva como Xiva o Bukhara como Buxoro. Las fotos son maravillosas, dan una imagen de la impresión que debe causar. Veo que has puesto otra entrada reciente, las iré siguiendo con interés.
6 de mayo de 2012, 15:09Ciber, saps una cosa? Que ya se te extrañaba...
Petons.
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