Haití: Quiebra y desolación

No se a ustedes pero a mí esta foto, publicada ayer por el diario Público, me ha producido verdadera quiebra.

El título de la imagen reza "Una haitiana, afectada por el cólera, yace a las puertas del Hospital General de Puerto Príncipe".

La mirada de la mujer sin nombre, ya todo nos lo dice. Soledad, abandono, desesperación. A su alrededor nadie le consuele, le asiste, le acoje. La gente sigue andando con su vida, seguro que no exenta de dificultad. Un hombre sonriente mira a la cámara de soslayo.

1.100 personas muertas. Entre 16 y 18.000 ya han pasado por los básicos servicios médicos. La previsión es de 10.000 muertos en los próximos meses.

Sin embargo yo oigo el silencio. No siento las voces de las autoridades sanitarias mundiales sentirse alarmadas por esta pandemia, real y cierta. Sí las oí cuando nos decían que podría haber una supuesta pandemia con la Gripe A, que, dicho sea de paso, tantos beneficios económicos ha proporcionado a algunas multinacionales farmacéuticas.

Me preguntaba yo si al ya detectarse una infectada de cólera en Estados Unidos, esas autoridades sanitarias mundiales tomarán más medidas solidarias y de urgencia. Sí pienso que sí lo haran porque lamentablemente las víctimas valen distinto según el lugar de procedencia. En Haití no valen nada.

Pero sigo preguntándome el porqué de este brote de cólera asesino. Hace ya dos años del terremoto y las promesas de ayuda no llegaron, la insalubridad es notoria, la pobreza y la miseria asola a todo el país. En esas condiciones, el cólera ha podido campar a sus anchas.

Es tremendo. Sobre todo, es indecente