Después de tanta inmersión festiva, entre besugos, pulardas y mazapanes. Entre confites, piñones y cava. En conversaciones interminables. Dentro de espacios infrecuentes.
Después de todo eso, es necesario el silencio . Tan solo por un ratito, al menos.
Me quedo con él. Con este maravilloso silencio musical. Es además el regalo de un buen amigo. Les dejo con Mischa Maisky
Después de todo eso, es necesario el silencio . Tan solo por un ratito, al menos.
Me quedo con él. Con este maravilloso silencio musical. Es además el regalo de un buen amigo. Les dejo con Mischa Maisky
(Bach. Cello Suite nº 1-Preludio)
Felices días!
9 comentarios:
Un beso, guapa.
25 de diciembre de 2009, 8:58Salud y República
Bon día de Nadal !
25 de diciembre de 2009, 9:59Los silencios son muy buenos y más tras una noche de juerga, yo la fiesta la tengo hoy con mi familia y el pequeño Marc.Que pases un feliz día de "Nadal".Besos Carmen.
Paz, silencio y lo que desees para ti, que tanto nos das.
25 de diciembre de 2009, 10:03Un poco de silencio...
25 de diciembre de 2009, 12:14Me encanta el video de Bach, es un gran músico y sus obras son estupendas
besoss y abrazos en este día navideño de tu admiradora gallega
sara
Chsssssssss
25 de diciembre de 2009, 17:51(felices fiestas)
chssssss
Carpe Diem
¡Paz y silencio!
25 de diciembre de 2009, 18:10Muy bello Bach
Besos
El silencio. Tan necesario para mí. Es difícil encontrarlo. O por lo menos la ausencia de la estridencia habitual que estos días se eleva al infinito y más para recordarnos que toca ser feliz porque sí. Porque es el momento del año para ello y el resto de los días ya veremos.
25 de diciembre de 2009, 18:33Me encanta ese no silencio del cello de Mischa Maisky. Uno puede escuchar esa pieza cientos de veces seguidas y la sentirá como un silencio. Como algo sosegado. Como un reconstituyente para el ánimo y el espíritu.
Ese tal Cruasán que le regala esta música va a resultar un tipo con buen gusto. Le envidio.
Le dejo una frase de Mischa Maisky que viene muy apropiada para esta época y estos tiempos de locura que vivimos.
"Nací en Letonia, estudié en San Petersburgo y Moscú, después emigré a Israel. Mi hija nació en París, mi hijo en Bruselas. Toco un cello italiano con un arco francés y cuerdas austriacas y alemanas. Conduzco un coche japonés, llevo un reloj suizo y un collar indio. En resumen, soy un ciudadano del mundo."
Un fuerte abrazo y un beso.
Es lo que más me apetece hoy: Silencio y música suave. Un abrazo, Carmen.
25 de diciembre de 2009, 19:30Sí que tiene buen gusto ese amigo, al menos para la música. Tuve un amigo chelista (buem chelista) alcohólico y fracasado que cuando pasábamos del segundo coñac nos llevaba a su casa e interpretaba una y otra vez esta pieza. Nunca olvidaré aquellos silencios cargados de dolor.
27 de diciembre de 2009, 20:42Un beso,
Izaskun
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