Ciudadanos invisibles

Comprendo que es comienzo de fin de semana y normalmente relajamos la tensión de nuestros escritos pero hoy no puedo. Esta mañana de madrugada leía un artículo durísimo contra la nueva reforma de la Ley de Extranjería, en el diario Público, artículo que les recomiendo. Decidí que cuando hoy llegase a casa (que por ser viernes vengo normalmente a primera hora de la tarde) investigaría sobre el tema.

Estos son mis apuntes:

Estos días ha comenzado a tramitarse en el Congreso la reforma de la llamada Ley de Extranjería, LOEX.

La LOEX regula los derechos y libertades de los extranjeros en España y su integración. La Ley entró en vigor el 1 de febrero de 2000. Desde entonces se han hecho tres reformas, más la que actualmente se tramita que constituiría la cuarta reforma.

Primera reforma: Un mes más tarde de su entrad en vigor, es decir, en marzo de 2000, recién ganada las elecciones el Partido Popular, se emprende la primera reforma que sería aprobada en diciembre de ese mismo año.

En ella se recortan los derechos de los inmigrantes indocumentados al regular la posibilidad de expulsar a los inmigrantes ilegales, así como la anulación de sus derechos de reunión, asociación, sindicación y huelga.

Segunda reforma: El Gobierno Aznar promueve una segunda modificación de la LOEX que entra en vigor en diciembre de 2003. En ella se modificaron 20 de sus 70 artículos.

En esta segunda modificación se contempló la limitación a la reagrupación familiar, se instaura el internamiento de extranjeros sometidos a procedimiento de devolución y también se obliga a las compañías de transporte a facilitar los datos de los pasajeros que viajasen a España, asi como la información sobre los billetes de vuelta que no hubieran sido utilizados por sus usuarios.

Tercera reforma: Trás la victoria del PSOE, en marzo de 2004, el nuevo gobierno aprobó por Real Decreto el reglamento de la LOEX, reglamento que incluía la regularización de los inmigrantes sin papeles que llevaran 6 meses empadronados en España y contaran con un contrato de trabajo de al menos 6 meses.

Por aquellos tiempos (sin dudad más solidarios), el Tribunal Constitucional, en 2007, declara inconstitucional tres de los artículos vigentes en la LOEX. Aquellos artículos que condicionaban el ejercicio de los derechos de reunión, manifestación, asociación y libertad de sindicación a poseer autorización de estancia o residencia en España. Igualmente, el TC reconoce el derecho a la huelga de los inmigrantes, tengan o no permiso de trabajo en España.

Cuarta reforma: Es la actual, la que se está tramitando en el Congreso. Con el trasfondo de la crisis económica, el Gobierno de Zapatero se dispone a dar un giro, por supuesto a la derecha, endureciendo la ya dura vida de los inmigrantes.

Destaco estos puntos de la propuesta:
*Restringe el derecho al empadronamiento, de forma que solo podrán empadronarse las personas que tengan autorización de residencia y estancia, lo que automaticamente significa que se limita el acceso a la asistencia sanitaria, a la educación, a los servicios y prestaciones sociales básicas a gran parte de los inmigrantes que aún no han podido regularizar su situación. Es decir aquellos que aún no han conseguido el permiso de residencia. Por cierto, no se nos olvide: no porque no quieran sino porque no pueden. Son ciudadanos de tercera.

*Niega el derecho a la educación postobligatoria a la población extranjera mayor de 18 años e impide el acceso de los menores a la educación infantil. Esto no hará más que ahondar en la desigualdad social.

*Restrige el acceso al derecho de justicia gratuita en los procedimientos contra resoluciones que deniegan la entrada, la devolución o la expulsión. Con esto se quiebra el principio de igualdad de trato y por tanto generará indefensión.

*Se eleva a rango legal la práctica policial de someter a las mujeres inmigrantes víctimas de violencia de género que no tengan la documentación en regla a un expediente sancionador en el momento de denunciar la agresión. Esto disuadirá de forma alarmante a muchas mujeres a denunciar los actos de violencia de género.

*Restringe el derecho a la reagrupación familiar limitando la reagrupación de los ascendientes no comunitarios a los mayores de 65 años. En caso de que uno de ellos, padre o madre, no haya cumplido dicha edad, si quieren reagruparse con sus hijos en España, habrán de separarse. La nueva reforma no prevé el concepto "pareja".

*Alarga el período de posible internamiento en los llamados Centro de Internamiento de Extranjeros, CIE, en definitiva prisiones, de 40 a 60 días. Esto a pesar del compromiso del Gobierno Español de que la Directiva Europea del Retorno, la "directiva de la vergüenza", no tendría consecuencias en España. Estos Centros han sido denunciados por el Parlamento Europeo y por el Defensor del Pueblo por no cumplir las garantías mínimas exigidas.

*Penaliza la solidaridad con los migrantes que califaca la ley como "promoción de la permanencia irregular". Si usted ve un irregular por la calle denuncie, lo mismo le dan un premio. Les suena algo esto. Les suena esto. No doy crédito.

Entienden ustedes que esta mañana temprano cuando leía el artículo me quedara tan preocupada, verdad? Ahora después de llevar aquí unas cuantas horas investigando el tema, mi preocupación se ha convertido en indignación supina.

Que un gobierno socialista proponga esta reforma que sin duda es un atentado a los derechos y libertades de los ciudadanos emigrantes me deja sin respiración.

Tan solo confío en el revuelo que se está produciendo. Que la izquierda real se está moviendo, junto con muchas ONG y con Aministía Internacional para parar tanta insolidaridad concentrada en esta propuesta de cuarta reforma.

Seguiré hablando de este tema. No me atrevo a imaginar lo que significa no tener nada, ser un ciudadano invisible, estar al albur de las normas dictadas por los ciudadanos de estómagos calientes. Yo no se qué haría. De verdad, no lo se.

De momento grito:

NO A LA REFORMA DE LA LEY DE EXTRANJERÍA