Hoy no he salido y creo que no lo haré en todo le día y he hecho una de las cosas que más me entretiene: una lectura de la prensa, de manera sosegada y tranquila. La tranquilidad me ha durado tan solo segundos ya que las noticias son en verdad "desasosegadoras" (¿existirá esta palabra?) e intranquilizadoras.
Empiezo por la noticia del diario El País sobre que Aznar dió el visto bueno a los vuelos ilegales de la CIA a Guantánamo. Esta noticia ha sido comentada por otros periódicos, obviamente en la prensa progresista. ¿Pero porqué nos ha sorprendido? ¿No sabíamos ya de la capacidad del anterior presidente para la ignominia? Lo que yo creo que debería pasar es que el Gobierno retire de forma inmediata, ya lo debería haber hecho, la subvención que concede a la FAES.
Y siguiendo con la lectura veo que el locutor estrella de la COPE sigue acumulando denuncias pero también observo que aquí no pasa nada. Ahí sigue. Si un porcentaje mínimo de sus insultos hubiesen sido proferidos por un ciudadano de a pie me pregunto qué le hubiera pasado.
Sigo con interés la batalla de los crucifijos. Seguiré con su lectura para ver en qué termina la cansada polémica. Pienso si sería posible que, con gran respeto a las creencias individuales, de una vez por todas el Gobierno socialista se decidiera a dar el paso de un Estado aconfesional a un Estado laico. Creo que aquí está la cuestión. El miedo de la izquierda a dar este paso.
Por último veo con preocupación el barometro publicado en el diario El Periódico en que se pone de manifiesto cómo la crisis económica pasa factura al Gobierno, aunque curiosamente Zapatero sigue siendo el preferido como presidente.
Empiezo por la noticia del diario El País sobre que Aznar dió el visto bueno a los vuelos ilegales de la CIA a Guantánamo. Esta noticia ha sido comentada por otros periódicos, obviamente en la prensa progresista. ¿Pero porqué nos ha sorprendido? ¿No sabíamos ya de la capacidad del anterior presidente para la ignominia? Lo que yo creo que debería pasar es que el Gobierno retire de forma inmediata, ya lo debería haber hecho, la subvención que concede a la FAES.
Y siguiendo con la lectura veo que el locutor estrella de la COPE sigue acumulando denuncias pero también observo que aquí no pasa nada. Ahí sigue. Si un porcentaje mínimo de sus insultos hubiesen sido proferidos por un ciudadano de a pie me pregunto qué le hubiera pasado.
Sigo con interés la batalla de los crucifijos. Seguiré con su lectura para ver en qué termina la cansada polémica. Pienso si sería posible que, con gran respeto a las creencias individuales, de una vez por todas el Gobierno socialista se decidiera a dar el paso de un Estado aconfesional a un Estado laico. Creo que aquí está la cuestión. El miedo de la izquierda a dar este paso.
Por último veo con preocupación el barometro publicado en el diario El Periódico en que se pone de manifiesto cómo la crisis económica pasa factura al Gobierno, aunque curiosamente Zapatero sigue siendo el preferido como presidente.
