Benarés o Varanasi, es el lugar más debatido entre los viajeros a India. Es el punto de inflexión entre los que aman o detestan India. Me explico. Los que detestan India lo hacen por el imaginario de Benarés. Los que amamos India, pasamos de Benarés.
La India, a pesar de los touroperadores no es Benarés, ciudad de la que se puede prescindir desde el punto de vista arquitectónico, artístico, cultural. Sin embargo, su fama, y también su realidad, es por ser la ciudad sagrada más importante de India. Centro de la religión hinduista y célebre como centro de enseñanza del sánscrito. Esto la situa en el eje de los creyentes y en el corazón del sentimiento religioso de India.
Según dicta la tradición todo aquel que muera en Benarés tiene camino hacia el Nirvana y se libera del círculo de las reencarnaciones. Siempre he pensado que ese afamado círculo puede tener su gracia dependiendo de en qué ser te reencarnes. También señala las normas hinduistas que el bañarse en el río Ganges a su paso por Benarés te purifica los pecados y por último los hinduistas deben visitar, al menos una vez en la vida, Benarés.
Benarés es pues una ciudad sagrada, destino también de enfermos y ancianos que desean pasar allí sus últimos días. Se llama también "Ciudad de la luz".
El viajero cuando llega a Benarés debe posar su mirada en tres o cuatro cosas. En las famosas escalinatas, o Ghats, que descienden hasta el río Ganges y en donde se realizan los baños purificadores y las cremaciones de los cadáveres. Al rededor de la ciudad hay más de 100 Ghats, repartidos a lo largo de toda la orilla.
También observa, o quizás padece, el nivel de contaminación de la ciudad. Tanto del río como de la ciudad antigua, Chow. La pudredumbre de las aguas del río son fuente de numerosas enfermedades. Los paseos previstos para los turistas tanto al amancer como a la puesta del sol, son a través del río y te aconsejan que vayas con máscara. El Chow es un laberinto de estrechísimas calles por las que es imposible orientarse. Están repletas de inmundicias y de famélicas vacas. Es imprescindible ir con botas cerradas para pasear por sus calles.
Quizás, al margen del impacto que la inmundicia produce a los límpidos ojos occidentales, lo más curioso de Benarés es la profusión de santones o sadhus, son monjes o ascentas hindúes, vestidos muchos de ellos de bellos colores, predominando el color azafrán. Viven de la limosna que les dan los propios creyentes hinduistas. No reciben con simpatía a los turistas que se dedican a fotografiarles sin ningún respeto, por cierto. Si les pides permiso puede que sonrían incluso, pero hay que tener mucho cuidado en no molestarles. Son santones y así son considerados.
No es imprescindible la visita a Benarés y su fama radica en ser una ciudad sagrada con costumbres lejanas a las miradas occidentales, aunque el tema de la incineración de cadáveres ya no es infrecuente en nuestra sociedad. Sin embargo, en Benarés los crematorios están en la calle y se ve las piaras en dónde queman los cadáveres. Depende de la importancia del muerto la escena es más o menos barroca, con guirnaldas de flores, procesión de familiares, músicos y santones. En todo caso, para nuestros ojos es colorista.
Benarés es una ciudad antiquísima. Según los estudiosos tiene más de 3.000 años y aparece en las escrituras sagradas como Ramayana, Rig Vedá, Mahabarata. Es contemporánea de Babilonia y Nínive.
Es famosa también por sus telas de seda, bordadas con hilo de oro y plata. Crean suntuosos brocados con motivos florales y geométricos. Hoy parte de su industria consiste en la exportación de bellísimos trabajos de brocados y de la confección de saris y fulares. Los perfumes y los trabajos de marfil son otras de sus especialidades.
Para comprar lo mejor es en las tiendas de los lujosos hoteles que hay en la propia ciudad de Benarés.
La foto de la entrada la he bajado de Internet. Es un mapa antiguo de Benarés que también se le conoce con el nombre de Kashi. También son bajadas de la Red algunas, dos, de las fotos de los sadhus.
Disfruten de las fotos. Algunas no tienen buena luz.
La India, a pesar de los touroperadores no es Benarés, ciudad de la que se puede prescindir desde el punto de vista arquitectónico, artístico, cultural. Sin embargo, su fama, y también su realidad, es por ser la ciudad sagrada más importante de India. Centro de la religión hinduista y célebre como centro de enseñanza del sánscrito. Esto la situa en el eje de los creyentes y en el corazón del sentimiento religioso de India.
Según dicta la tradición todo aquel que muera en Benarés tiene camino hacia el Nirvana y se libera del círculo de las reencarnaciones. Siempre he pensado que ese afamado círculo puede tener su gracia dependiendo de en qué ser te reencarnes. También señala las normas hinduistas que el bañarse en el río Ganges a su paso por Benarés te purifica los pecados y por último los hinduistas deben visitar, al menos una vez en la vida, Benarés.
Benarés es pues una ciudad sagrada, destino también de enfermos y ancianos que desean pasar allí sus últimos días. Se llama también "Ciudad de la luz".
El viajero cuando llega a Benarés debe posar su mirada en tres o cuatro cosas. En las famosas escalinatas, o Ghats, que descienden hasta el río Ganges y en donde se realizan los baños purificadores y las cremaciones de los cadáveres. Al rededor de la ciudad hay más de 100 Ghats, repartidos a lo largo de toda la orilla.
También observa, o quizás padece, el nivel de contaminación de la ciudad. Tanto del río como de la ciudad antigua, Chow. La pudredumbre de las aguas del río son fuente de numerosas enfermedades. Los paseos previstos para los turistas tanto al amancer como a la puesta del sol, son a través del río y te aconsejan que vayas con máscara. El Chow es un laberinto de estrechísimas calles por las que es imposible orientarse. Están repletas de inmundicias y de famélicas vacas. Es imprescindible ir con botas cerradas para pasear por sus calles.
Quizás, al margen del impacto que la inmundicia produce a los límpidos ojos occidentales, lo más curioso de Benarés es la profusión de santones o sadhus, son monjes o ascentas hindúes, vestidos muchos de ellos de bellos colores, predominando el color azafrán. Viven de la limosna que les dan los propios creyentes hinduistas. No reciben con simpatía a los turistas que se dedican a fotografiarles sin ningún respeto, por cierto. Si les pides permiso puede que sonrían incluso, pero hay que tener mucho cuidado en no molestarles. Son santones y así son considerados.
No es imprescindible la visita a Benarés y su fama radica en ser una ciudad sagrada con costumbres lejanas a las miradas occidentales, aunque el tema de la incineración de cadáveres ya no es infrecuente en nuestra sociedad. Sin embargo, en Benarés los crematorios están en la calle y se ve las piaras en dónde queman los cadáveres. Depende de la importancia del muerto la escena es más o menos barroca, con guirnaldas de flores, procesión de familiares, músicos y santones. En todo caso, para nuestros ojos es colorista.
Benarés es una ciudad antiquísima. Según los estudiosos tiene más de 3.000 años y aparece en las escrituras sagradas como Ramayana, Rig Vedá, Mahabarata. Es contemporánea de Babilonia y Nínive.
Es famosa también por sus telas de seda, bordadas con hilo de oro y plata. Crean suntuosos brocados con motivos florales y geométricos. Hoy parte de su industria consiste en la exportación de bellísimos trabajos de brocados y de la confección de saris y fulares. Los perfumes y los trabajos de marfil son otras de sus especialidades.
Para comprar lo mejor es en las tiendas de los lujosos hoteles que hay en la propia ciudad de Benarés.
La foto de la entrada la he bajado de Internet. Es un mapa antiguo de Benarés que también se le conoce con el nombre de Kashi. También son bajadas de la Red algunas, dos, de las fotos de los sadhus.
Disfruten de las fotos. Algunas no tienen buena luz.
18 comentarios:
Estupendo viaje
11 de julio de 2009, 10:07Maravillosas fotos Carmen!!
11 de julio de 2009, 10:24Gracias a tí estoy descubriendo fantásticos sitios.
Mil besoss
Sara
Te leo, hago este recorrido contigo por Benarés, mágico y miserable, muladar y tránsito, y me pregunto, recordando tus otras propuestas de la semana, Camps, UPyD,aes,... y me pregunto por cuántos mundos en uno o si se trata de muchos mundos diversos, extraños entre sí. Y me digo si la respuesta no estará en nosotros, en cada uno, en Galeano, por ejemplo, que propone soñar, o en los sadhus, por ejemplo, que nos muestran la inefabilidad de lo efímero. O si no estará en nuestro corazón, que es reflejo de eternidad.
11 de julio de 2009, 10:35Que bello viaje Carmen,ni loca me bañaría en el Ganges, se necesita mucha fe para meterse alli,referente a la cremación de cadáveres me encantaría verlo, el olor debe ser asfixiante a carne quemada no ? Tambien encuentro preciosas las telas de seda y brocados de la India, Uf ! me encantan ! Comiste por casualidad el Chiken Tikka Masala ? Es una pollo buenísimo y picantísimo, yo lo he comido aquí y me gustó mucho.Que pases buen fínde querida Carmen.Muac !
11 de julio de 2009, 11:09Una entrada preciosa. me ha servido para informarme más sobre la India. las fotos muy ilustrativas de too lo que has contado
11 de julio de 2009, 11:17Tuviste un buen viaje.
Saludos
Gracias por el paseo de hoy.
11 de julio de 2009, 11:35Cuando lo he visto en mi brogroll me he frotado las manos, sabía que me iba a encantar.
Buen finde.
Querida Carmen,gracias por el viaje virtual.
11 de julio de 2009, 11:54Un beso
Me fascinan tus entradas de los sábados.......
11 de julio de 2009, 12:36Preciosas fotos, pero yo no me baño en esas aguas ni muerta. La ciudad da un poco sensación de decrepitud, supongo que es la parte más pobre.
11 de julio de 2009, 14:10Un abrazo.
Viajar a la India, sin prejuicios y sentirla en todas sus multiples facetas.. aceptando cada una de ellas y dejarse envolver por su magia.. es lo que consigues, Carmen.. Valoré este slide maravilloso .. y porque no había más estrellas que sino...
11 de julio de 2009, 14:53¿Es cierto que la madera utilizada para las cremaciones es, entre otras de Sándalo?
Gracias mi Niña por este otro viaje y an bien documentado.. as usual..
Besos cariñosos...
Que envidia me das viendo tus fotos. Porque veo que es un lugar para disfrutar con una cámara en las manos.
11 de julio de 2009, 16:31Salud, República y Socialismo
Precioso el viaje, bellas las fotos, estupenda tu compañía.
11 de julio de 2009, 17:17Besos
Las imágenes son impactantes, muy ilustrativas. Tienes una gran facilidad para transmitir tus vivencias, por eso este espacio cultural es de lo mejor que he visto por la red. Aquí seguiré enganchado.
11 de julio de 2009, 17:18Un saludo.
Querida Cármen cuánto me queda por aprender. Cuantas son las cosas, las personas que desconozco. Supongo que, ni si quiera en del caso improbable de que me reencarne, podría abarcar tanto conocimiento.
11 de julio de 2009, 18:53Magnífica entrada.
Hola Carmen,
11 de julio de 2009, 20:31maravilloso!! Que bueno que compartas estas maravillas con todos! siempre es muy grato aprender.
Gracias!
Besos y lindo fin de semana.
Carmen, genial, lo único que falta en esta entrada para propagar la autentica esencia de la India son sus olores, su aroma.
12 de julio de 2009, 1:10Preciosa entrada, preciosas fotos, haces que le entre a uno el mono de viajar.
Un saludo.
Salud y República!!
Nexus.
Carmen gracias a tus miniviajes virtuales tenemos finales de semana viajeros ademas con guia gratuita y estupenda,un saludo.
12 de julio de 2009, 10:25Carmen, como siempre una maravilla de viajes y de descripciones que nos haces.
13 de julio de 2009, 1:39Gracias por compartir estas preciosidades.
Un beso
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