Tránsfugas del Vaticano

Según cuentan las últimas noticias, el Vaticano parece necesitar personal. Pena es que ese personal que necesita no pueda reclutarlo en las filas del INEM, porque, aunque no fuera la opción más apropiada para algunos o muchos de los parados, quizás estos prefiriesen un puesto no laico en el Vaticano más que un banco, frío y deshabrido, en un parque cualquiera.

Pues, no. Efectivamente el personal que necesita el Vaticano es de otra condición. Va a acoger en su seno a medio millón de clérigos anglicanos, a los que a través de la oportuna normativa, enmienda, enciclica o similar, va a convertir en sacerdotes católicos.

Les recuerdo que la Iglesia Anglicana, que como su propio nombre indica, es la iglesia nacional inglesa, cuya jefatura de momento recae en la reina del mismo lugar, fue fundada a causa de una rabieta descomunal, (otras fuentes lo apuntan como "encaprichamiento" y las más deslenguadas, como "encoñamiento"), de Enrique VIII (en 1534) a causa de la negativa del Papa de anularle el matrimonio con Catalina de Aragón para poderse casar con su amada Ana Bolena. Se acuerdan, no? Bien. Sigo pues.

Intuyo, a través de mis propios sentires, a través de mis propios pensares, que los medios de comunicación lo están contando como si de una gran noticia se tratase, como si el tal "éxito vaticanal" fuera el resultado de toda una estrategia organizada, premiditada y concebida ad eternum.

Quizás. Quién sabe. Sin embargo, a mi me parece que problemas habrá. Vaya si los habrá.

Primero: Los anglicanos que ya saben ustedes que, según sus propias y definidas normas, pueden casarse, aunque de momento solo en parejas heteroxesuales, podrán en el seno vaticanal seguir casados.
Ah! pero ojo, cuidadin!
Aquellos solteros o solteras, aquí es pertinente insisitir en ambos géneros, que así fueren en esta tanda al Vaticano, no podrán optar ya al matrimonio y si alguno se divorciase o divorciara, tendrán que afrotar el resto de su vida sin pareja oficial o conocida.
Parece ser que en las negociaciones habidas en este aspecto, al final el Vaticano cedió. Por ello, el que estuviere casado o casada, así se mantendrá ya que la norma de la Iglesia Católica sostiene que "lo que Dios una, el hombre jamás lo separe".
Aunque no lo crean este punto de la negociación ha sido arduo y largo.

Segundo: Dicen los del Vaticano que por razones históricas y ecuménicas, vaya usted a saber el significado real de semejante razón, a estos anglicanos, ya llamados "anglicanos inmigrantes" o "anglicanos transfugas" no se les permitirá, en ningún caso, acceder a los obispados.
¿No creen ustedes que aquí se puede atisbar un principio de desigualdad, de marginación, incluso yo diría que de racismo, al tratarse estos anglicanos de inmigrantes ? ¿No creen? ¿No somos todos iguales ante los ojos de Dios?
Me tiene harto preocupada este extremo, hasta el punto de que estoy preparando un manifiesto, que espero que ustedes secunden, insistiendo en la necesidad de que estos transfugas anglicanos accedan también a los obispados y arzobispados para evitar así fuertes condenaciones en el más allá.

Tercero: Los ya famosísimos anglicanos transfugas se van, según me han contado las lenguas de la villa y corte, descontentos de su seno originario, por la tendencia liberal, para muchos de ellos libérrima, en que estaba cayendo la Iglesia Anglicana.
Es que no es para menos. Fíjense que en los últimos tiempos habían permitido la ordenación de la mujer como sacerdote. Ni creer puedo.
Ahora estaban terminando de perfilar la regularización del acceso de la mujer al obispado, que de forma excepcional ya se daba. Señor, señor, dónde vamos a ir a parar.
Y para colmo de los colmos se estaba bendiciendo el matrimonio entre personas de ambos sexos.
Ay, qué descarrilamiento tan innecesario.

Cuarto: El Vaticano está contentísimo por suponer que con este transfuguismo de más de 500.000 personas físicas, debilitarán más a la Iglesia de la competencia y ellos como resultado adquirirán aún más poder. Porque poder, lo que se dice poder, tienen poco, verdad?

Esto es lo que dicen que hay, pero aún puede haber movimientos no previstos porque las mismas lenguas de la villa y corte que, a veces vienen a hablarme ya a horas nocturnas, me insistieron en estos puntos:

A).- Que la Iglesia Anglicana, con esa tendencia libérrima que antes apuntaba, podría convertirse en el polo de atracción de aquellos cristianos, seglares o no, que creen que su fe no está reñida con la igualdad entre mujer y hombre en el seno de la iglesia. Esto bien podría producir otro movimiento, también transfuguista, pero esta vez a la inversa. Habremos de estar atentos.

B).- Que los sacerdotes y fieles gays también verían atractiva esta sección de la cristiandad al no renegar la Iglesia anglicana de la homosexualidad. No solo lla moderna Iglesia Anglicana no reniega, sino que incluso, como antes ya se dijo, apoyan los matrimonios gays. Según todos estos datos, puede haber un movimiento gay hacia el anglicanismo. Aquí tenemos otro motivo de gran reflexión.

Reconozcan que hoy les traigo un tema importantísimisimo. ¿O es que no lo ven así?

Buenas noches. Mediten y relájenseme con esta música. No se me duerman que les veo.