Jordania: Ciudad de Petra

En Enero del 2008, cuando ya parecía que ese año y en esas fiestas me quedaría en Madrid, casi en el último momento apareció la varita mágica y me fuí a Jordania, con el objetivo esencial de conocer la antigua ciudad de Petra, máxima atracción del Reino Hachemita.

Petra es una de las maravillas del mundo. Está situada a 262 kilométros al sur de Amman, capital de Jordania. Se esconde tras un profundo cañón, el Siq, flanqueado por muros de piedra rojiza y ocre de gran altura. Este desfiladero mide 1´2 kilómetros y es el acceso a Petra. La anchura de este imponente desfiladero oscila entre 2 y 5 metros, mientrás que la altura de las paredes puede llegar a alcanzar hasta los 200 metros. Es impresionante. Es sobrecogedor.

Después de numerosos recodos, aparece en toda su magnificencia El Jazneh, El tesoro, que da paso a la antigua ciudad. Este edificio fue construido en el siglo I de nuestra era. Está excavado en la roca y su fachada, extraordinaria, mide 43 metros de altura. Es el monumento más emblemático de Petra y quizás de toda Jordania. Se cree que no solo fue tumba de un rey nabateo sino que también funcionó como templo.

El Teatro fue tallado originalmente en la roca, en el siglo I a.c. y tenía una capacidad para unas 3.000 personas aunque en la época romana fue ampliado hasta los 8.500 asientos.

Hay numerosas tumbas reales pero destaca entre todas ellas la Tumba de la Urna. Data del siglo I, flanqueada por grandes arcos, tiene una inmensa cámara en el interior. Fue utilizada como iglesia por los bizantinos en el siglo V.

El Monasterio o Al-Deir, es el segundo gran y característico monumento de Petra. Para verlo hay que ascender durante más de 45 minutos por un trayecto muy empinado, con escaleras naturales talladas en la roca. La ascensión es de gran belleza y se pueden admirar impresionantes rocas de extrañas formas y colores. Aunque dura, es altamente recomendable la ascensión. Fue construido en el siglo III a.c. para alojar un templo nabateo. Es enorme: cincuenta metros de anchura por 45 de alto.

Petra fue la capital del pueblo nabateo que se estableció allí hace más de 2.000 años. Los descendientes más cercanos de los nabateos son los beduinos de Petra que se hicieron sedentarios con el paso del tiempo y fueron los que han conservado la mítica ciudad de Petra hasta su descubrimiento por Occidente a mediados de siglo XIX. Fue descubierta por el suizo Burckhardt en el verano de 1812.

El viaje a Jordania, que tan solo duró una semana, lo recuerdo de forma entrañable. El objetivo era Petra, pero conocí otros lugares también muy especiales. Recuerdo la primera noche de mi llegada a Petra en que recorrimos el SIQ, iluminado solo con velas, en una noche profunda. Había pocas personas esa noche, abundaban los lugareños, por supuesto del sexo masculino, y algún que otro turista. En ese momento me sentí plena, rebosante de amor, de emoción, de vida, de plenitud. Al llegar a la explanada de El Jazneh había una representación de música y folklore bereber. Recordaba haber visto algo similar en el cine y recordaba que me impactó. Pero por supuesto nada, nada como verlo y experimentarlo de forma directa. Y es que la realidad a veces, no siempre, es superior a la ficción, a la literatura. (Este párrafo está dedicado a mi jovencísima amiga Sara)

Les dejo con el reportaje fotográfico que ni mucho menos muestra la espectacular belleza de esta maravilla del mundo.

Que disfruten!

Technorati Tags: Jordania, Petra, Viajes