Según la última encuesta del CIS, el tercer motivo de preocupación de los ciudadanos es "su clase política".
También se puede observar desafección, por un lado, en la creciente abstención en todas las convocatorias electorales y, por otro, en el aumento del voto en blanco. Ambas datos reflejan un rechazo generalizado hacia los partidos políticos.
Ayer mismo, navegando por la Red, leía un artículo en Tercera Información, en relación con una iniciativa de protesta ciudadana en la que acusan a los políticos de anteponer sus propios intereses, partidistas, electorales y personales, al bien común. Esta iniciativa se concreta a través de una carta dirigida a diputados y senadores.
El binomio preocupación-desafección, se está consolidando.
A mí me preocupa, y mucho, esta desafección a la clase política, a los partidos políticos, que en definitiva constituyen uno de los instrumentos esenciales del sistema democrático. Esa desconfianza en nuestros propios representantes, en nuestra clase política, debería ser la preocupación nuclear de ellos mismos. No se si nuestros políticos son conscientes de este fenómeno. No lo se.
Me preocupa mucho ya que la historia nos muestra que estas situaciones dan lugar al incremento o resurgimiento de posturas de extrema derecha, como por otro lado vemos que ya está ocurriendo en otros países de nuestro entorno.
En el nuestro también. Un ejemplo es la grave noticia en relación con el juez Garzón. La extrema derecha no ceja de invadir espacios, cueste lo que cueste, sin pudor, sin vergüenza. Sin ética. Como siempre.
Creo pues que la situación es grave, muy grave.
24 comentarios:
Carmen, buen día. Siempre he creído que entre tú "et moi" hay una especie de telepatía.
8 de abril de 2010, 7:40Por supuesto estoy de acuerdo con lo que comentas. Tengo ya preparado algo sobre el mismo tema que me preocupa, y mucho.
Estaré fuera unos días, pero intentará visitaros.
Salud
Estoy segura Carmen que los políticos son perfectamente conscientes de esta desafección pero les importa un bledo mientras ellos sigan en la poltrona.Besitos guapa.
8 de abril de 2010, 7:45Ni un pero a lo que dices.
8 de abril de 2010, 8:02La desafección,creo,es ya un hecho.Hecho peligroso que hace que resurja la extrema derecha,aunque,como bien señalas,en España campa por sus respetos
Un beso
Y tan grave, Carmen, que miras alrededor y te espantas, que las ilusiones son segadas, las voces -como la de Garzón- silenciadas y el maquillaje hacia la realidad una burla a la inteligencia.
8 de abril de 2010, 8:37Yo creo que el mayor problema de la democracia que vivimos es la falta de credibilidad de los políticos, a la que tanto han contribuido y contribuyen ellos mismos, anteponiendo siempre sus intereses sectarios, partidistas y electoralistas. No les importa descalificar con mentiras al adversario con tal de robarle un puñado de votos, sin percatarse de que descalificando así al adversario están descalificando a toda la llamada clase política.
8 de abril de 2010, 9:11Carmen, en lo que nos atañe, una política de izquierda por parte del partido que tiene los suficientes diputados para realizarla es evidente que sigue su marcha propia, la impuesta por los colectivos que en el se representan. El asunto de la oligarquización de los partidos políticos es algo viejo, muy viejo, ya fue tratado en 1914. Y estas tendencias en los partidos de izquierda son mas acusadas que en los de derecha aunque pudiera parecer lo contrario.
8 de abril de 2010, 9:12El problema no radica en ellos, el problema radica en los que lo siguen de modo acrítico y votan por que consideran que han de hacerlo porque si no viene el "coco" (PP).
El asunto es cuando el pueblo de izquierda puede influir para que los que la tienen que hacer ( politica de izquierda) la hagan.
saludos.
PD Extenso, demasiado extenso (el comentario)
saludos,
Esta clase política en la que casi no queda ningun@ que de la talla, donde se han ido colocando todos los charlatanes, que antes se dedicaban a ir de feria en feria ganándose la vida, la mayoría pasaron por la universidad pero la universidad no pasó por ellos.
8 de abril de 2010, 9:41Han sido ellos mismos los que han contribuido a todo esto y los que les estamos llenando la barriga, much@s estamos hartos ya de tanta mediocridad.
Wenas!! Comparto tu preocupación. La confianza en nuestros representantes es uno de los pilares de nuestra democracia, si ésta se pierde todo el sistema deja de tener sentido. Hace poco estuve en una conferencia la cual terminaron cerrando con una frase: "Se avecina la crisis de las instituciones y valores, y esa va a ser bastante peor que la económica" Que la extrema derecha avance es un síntoma significativo, hemos de coger las riendas de la vida política y reivindicar nuestro papel; ha llegado un punto en que somos marionetas de nuestros representantes...
8 de abril de 2010, 9:57Saludos!! Me ha gustado tu entrada.
Que la derecha se enroque no debiera escandalizarnos, aunque debamos denunciarlo, ponerlo en evidencia. Una clave para mantenerse en el poder es la patrimonialización de la verdad y de los hechos y, por lo tanto, de su gestión. Es lo que hace la derecha. Y es la base de toda dictadura. Contra eso, aire y debate, lo que no está haciendo la izquierda, perdida rencillas menores y mezquindades. Necesitamos enormes dosis de democracia.
8 de abril de 2010, 10:11Muchos políticos tienen como misión última, y casi única, mantenerse en el poder, por lo que la desafección, siempre que la mayoría de la abstención provenga del contrario les puede ir bien.
8 de abril de 2010, 10:39Es un grave problema, propio de la decadencia de una democracia imperfecta y que se limita a unas elecciones cada cuatro años, y además con las cartas marcadas.
Un beso.
Salud y República
Llevo tiempo pensando en esto, y más al observar el auge de los extremistas fascistoides en toda Europa. Nos jugamos mucho. Necesitamos repolitizar al ciudadano, que salga de la masa idiotes (del griego clásico) y comience a comportarse como un responsable de la polis, independiente e informado.
8 de abril de 2010, 11:16Todo el mundo puede "saber de" política. Si se entiende, a base de interesarse, de cosas como "el fuera de juego posicional" en el fútbol, o de la vida y milagros de personas como la Sra. Belén Esteban o los personajes del "Gran Hermano" (de John de Mol)... Todo el mundo puede entender de cosas como: ¿querrías votar la ley X antes de que fuese aprobada o rechazada? ¿Crees que se deberían aumentar las exigencias de seguridad alimenticia de los yogures? ¿Crees que el salario mínimo sería mejor de 1.500 €?, etc., por decir lo primero que me ha pasado por la cabeza.
Lo contrario es muy peligroso para todos. Si se mantiene la masa ciudadana disgregada, no asociada ni organizada, apática, hastiada, desinformada... la distancia entre la cúpula de la pirámide oligárquica (de privilegios de unos pocos sobre los muchos) y su base se maximiza.
El caso inverso es el deseable. Hace poco el Sr. J. Caso, escribía en su página Amigo de la Dialéctica que el verdadero poder estriba en el fortalecimiento/debilitamiento de las relaciones entre los individuos. Si se fortalecen las relaciones entre individuos y éstos se asocian y organizan, entonces se inicia una dinámica virtuosa (el Demos Kratos) que hace que la cúpula de la pirámide se acerque a la base y las desigualdades se reduzcan, entre otras cosas.
Los partidos políticos que en general hablan de esto, más o menos tibiamente, serían I.U. e I.C.V.
A los dos partidos masivos bipartidistas y corporativos parece que les dé igual. Se entiende. Viven muy bien como organizaciones de poder (no de servicio social) en este sistema. No sé hasta que punto están prevenidos del auge que supone esta situación para las extremas derecha/izquierda.
Al político que más y más seriamente le he leído tratar este tema ha sido al Sr. Indeciso, creo que del CHA, en su página Se puede vivir mejor.
Saludos cordiales,
Lo de Garzón pasará a la historia como una de las más grandes vergüenzas de este país.
8 de abril de 2010, 12:40Y nosotros nos llamamos civilizados...
Un besset.
En efecto. Creo que es un problema muy grave. Hay que denunciar la corrupción y malas artes de algunos políticos como defender que no todos son iguales y la necesidad de su existencia.
8 de abril de 2010, 14:43Carpe Diem
Estoy leyendo un libro "La sociedad dividida, estructura de clases y desigualdades en las soc.tecnológicas" de José Félix Tezanos que menciona entre otras cosas lo que tratas y viene de lejos, me extendería mucho pero básicamente hemos llegado a un punto en que hay un vacío en áreas de decisión política y que realmente los que mandan están entre bambalinas, quizás por eso la ciudadanía está desafectada, no se sienten representados. Recomiendo el libro, da que pensar.
8 de abril de 2010, 14:49Que tengas buen día!!!
Hace unos días en la televisión pública le hicieron una entrevista a Santiago Carrillo por un libro que acaba de publicar. Al final de la misma dijo (no se si es exacto) que cuando la gente deja de creer en los políticos, los dictadores tienen el camino fácil.
8 de abril de 2010, 14:55Hola Carmen:
8 de abril de 2010, 15:01Yo trabajaba en una empresa de la comunidad Valenciana (VAERSA) implicada en el caso GURTEL. Me consta y he vivido en mis propias carnes la corruptela existente en el PP, en el PSOE y en varios sindicatos. De hecho, he sido despedido por ser un tocapelotas demasiado sincero...
Mis compañeros, sabedores de todo esto, o escondieron la cabeza o aprovecharon las circunstancias para medrar a mi consta (incluso con falsos testimonios ante jueces).
No son sólo los politicos.
Consumismo como principio, todo por la pasta, utilitarismo de la ley, mala educación generalizada, mentiras salvajes y credulidades imposibles, miedos insuperables o cobardía insostenible, la hipoteca, los hijos y el estatus como excusa para cualquier barbaridad...
Este sistema no va y hay que salir de el o cambiarlo ya.
Perdón por el rollazo.
Me alegra verte en la brecha.
Un beso
No creo en el resurgir de la extrema derecha pues la veo a diario, lo que veo es una izquierda tan timorata y deslucida que no mueve a nadie, sin líderes no hay manera de hacer nada, el pueblo quizás ya esté preparado para dar un paso adelante, pero no hay quien lo conduzca y puede terminar dando pasos hacia atrás.
8 de abril de 2010, 15:18Un saludo.
Carmen, no me voy a meter en estos temas tan complicados como tú sabes pero, paso siempre por aquí, como tu más fiel admiradora gallega, ya sabes que es un placer venir siempre y leer tus fantásticos artículos
8 de abril de 2010, 16:00besos y abrazos de tu niña gallega
sara
Desgraciadamene se está perdiendo el sentido ético de la política. Desde que muchos políticos han vista la política como un medio de ganarse la vida en lugar de un servicio a la sociedad, se empiezan a producir esas situaciones y si a eso unimos que cada día las campañas electorales se han convertido mas en una campaña de marketing en la que hay que vender un producto; esto cierra el circulo de la corrupción politica: financiación para el partido y enriquecimiento personal.
8 de abril de 2010, 17:30Y los partidos se llenan la boca diciendo que seran inflexibles contra la corrupción, pero en realidad solo son cantos al sol para justificarse. Sería necesaria una verdadera catarsis en la política paa que el sentimiento que la ciudadanía tiene de sus politicos empezara a cambiar.
Salud, República y Socialismo
A mi parecer la desafeccion es por que los politicos hacen parecer cada vez menos democratico el sistema democratico,saludos.
8 de abril de 2010, 19:51Aunque la política nos afecta a todos no nos interesa a tantos, quizás ni siquiera a muchos de los profesionales de ella. Pero el Poder, en sus más diferentes facetas sí que fascina porque el dominio (a ser posible sobre los demás) provoca una satisfacción, un regocijo, que nos desborda, es una droga adictiva.
8 de abril de 2010, 19:57Quizás no es en la política donde radica hoy en día el Poder, más bien los políticos son los asalariados de los poderosos, como se ve palpable en la trama Gürtel. La legislación, que es ese entramado que los políticos urden para tratar de encauzar la realidad a su conveniencia, es sólo la espuma sobrante de las relaciones del poder. En la base, en el fondo, queda la carne cruda a punto de crujir entre las dentelladas de quienes manejan el cotarro.
Muchos políticos se lo ganan a pulso. Y luego el sistema propicia este desencanto. Pero también es cierto que la gente es cómoda y rápidamente coloca a todos en el mismo saco, sin pararse a pensar en nada más. De esta forma justifican su pasividad.
9 de abril de 2010, 18:04A mí también me preocupa eso, Carmen. Mucho.
Para mi, existen dos facciones diferenciadas en nuestra sociedad, por un lado la gran mayoría que si, o se han apartado de la clase política (mas bien es la clase política la que ha tomado distancia) o están en pleno proceso de hacerlo y por otro lado, están los que tienen intereses personales en uno u otro partido (que son muchos mas de los que imaginas), que no sólo no se apartan de la clase política si no que se sirven de ella para sus fines, recalificaciones, contratos públicos amañados, rapiñas varias en suma.
10 de abril de 2010, 3:02En mi tierra se puede observar muy bien este fenomeno, sin telescopio, a simple vista y a pelo.
El consell de mierda hasta el cuello y la gente reacciona con mas intención de voto para los presuntios corruptos.
Un garn problema que una sentencia excesivamente blanda para los implicados en la trama Gürtel agravaría aún mas si cabe.
Como tu bien dices: SUMAMENTE PREOCUPANTE!!!
Un beso.
Salud y República!!
Nexus.
Creo que el Sr. Ramon.Eastriver apunta algo importante.
10 de abril de 2010, 7:16La actitud de cinismo y hastío, el decir "todos son iguales" justifica el "yo no puedo hacer nada".
Es decir, serviría como mecanismo para no sentir responsabilidad del ciudadano, que recurriría entonces al voto (bi)partidista resignado o a la abstención. Eso a pesar de que en los comicios generales p.ej., se presentan entre 100 y 200 partidos políticos distintos.
Frente a eso tenemos otro pensamiento y forma de actuar posibles, la base necesaria y esencia del Demos Kratos: responsabilidad, información, ciudadanos activos, vigilantes y votantes independientes y críticos.
Publicar un comentario