Obama debería devolver su Premio

Cuando concedieron a Barack Obama el Premio Nobel de la Paz 2009, a muchos ciudadanos del planeta Tierra nos sorprendió tal decisión. Sin embargo, los responsables de la concesión del galardón, Comité Nobel Noruego, argumentaron que uno de los motivos por el que se le concedía era "que gracias a su iniciativa, Estados Unidos está desempeñando un papel más constructivo a la hora de enfrentarse a los grandes desafíos climáticos del planeta".

Como el presidente Obama no rehusó el Premio, supongo que por considararlo justo y apropiado, el resto del planeta, al menos los espíritus más cándidos, pensaban, quizás pensabamos, que la postura de Estados Unidos en la Cumbre Mundial del Cambio Climático, haría honor a dicho Premio y respetaría, como consecuencia, los preacuerdos, realizados no sin esfuerzo, durante los dos últimos años por el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático, presidido también por el premio Nobel de la Paz 2007, Rajendra Pachauri.

Según estos preacuerdos, el objetivo a lograr en la Cumbre, entre muchos otros, era que los países desarrollados reducirían las emisiones de gases de invernadero como mínimo en un 25% para 2020, tomando como año base 1990.

Estados Unidos, a la espera de la llegada de Obama a la Cumbre, ya ha advertido que tan solo recortará sus emisiones en un 4%, ya que según sus portavoces "una Cumbre no va a cambiar el modo de vida de Estados Unidos". No debe olvidársenos que es Estados Unidos, después de China, el mayor generador de gases efecto invernadero del mundo.

¿Qué son los gases de invernadero?

Según denuncia el IPCC, las propuestas ofrecidas por Estados Unidos son un varapalo para la consecución de un nuevo protocolo.

Si Barack Obama fuera coherente debería devolver de inmediato el premio concedido porque el motivo por el que se lo concedieron, luchar contra el cambio climático, es obvio que no lo va a cumplir en las proporciones recomendadas.

Una vez más se demuestra que los políticos gobiernan para un corto plazo y solo cambian sus planes cuando la presión ciudadana es feroz.

Presionemos ferozmente pués, desde todos los rincones y desde todos los medios.