¿Saben ustedes lo que es el llamado "placer de dioses"? Bueno, la verdad es que yo de los dioses se bien poco, pero unas viejas amigas mías, meigas todas ellas, dijéronme que "es aquello que sienten los dioses olímpicos cuando sus cinco sentidos se hayan plenos de satisfacción".
Así me encuentro yo desde que me hallo en tierras alavesas.
Les cuento que al principio mis ojos no daban crédito. Habituados durante tantos días y tantas horas a la burocracia papelera y pecera (expresión esta que no viene del partido comunista, sino de los ordenadores), mis ojos tornáronse opacos en un primer instante, tal fue la fuerza y el estímulo de tan vivos y brillantes colores. Esos verdes norteños, imposibles de vislumbrar si quiera en la árida estepa madrileña, esos colores ya casi otoñales... cuánta y cuánta belleza.
En lugar del olor, y a veces hedor, que produce el asfalto recalentado y ardiente, en estos parajes donde abundan las horas humedas y nubladas, puedo disfrutar de aromas espléndidos, que ni en la mejor fábrica de perfumes del comercio más exquisito, yo podría encontrar.
Pájaros que cantan, aguas cristalinas que sonríen y susurran, arboles que se mecen a mi paso.. cuántos sonidos tan armónicos, cuanta notas que ni el mejor de los interpretes me podría ofrecer.
Mi paladar... bueno, eso si que son ya palabras mayores. Estoy en una zona alavesa, donde el bien comer y el buen beber son las cosas imprescindibles del hacer de cada día.
Por último, el tacto... En fin de los enfines... No se, no se... Esto habría que contarlo a la luz de la lumbre como está mandado y acompañados con una copa del mejor vino. Me pregunto cuál vino elegiría. Sabrán ustedes que por estos lares se encuentran dos buenos amigos blogueros, Rafa y Txema, que son auténticos sommelieres.
Como la narración que haría sobre el sentido del tacto, sería una avanzadilla de mis futuras y presuntamente celebérrimas memorias, el vino tendría que tener cuerpo, mucho aróma, que perdure en boca, vamos digo yo, no?
Al final, y al estar en estas tierras alavesas, me voy a decidir por la bodega de la rioja alavesa "Luis Cañas", y como la ocasión lo merece me decido por un Gran Reserva 2001. Espero no defraudarles, si nuestros sommelieres quieren que lo mejoren ellos mismos, no les parece?
Les dejo con la miel en el paladar. Yo ahora dentro de un ratito me voy de excursión. Hoy por estas tierras luce el sol pero la temperatura es realmente deliciosa.
Un beso a todos con tonos norteños.
Así me encuentro yo desde que me hallo en tierras alavesas.
Les cuento que al principio mis ojos no daban crédito. Habituados durante tantos días y tantas horas a la burocracia papelera y pecera (expresión esta que no viene del partido comunista, sino de los ordenadores), mis ojos tornáronse opacos en un primer instante, tal fue la fuerza y el estímulo de tan vivos y brillantes colores. Esos verdes norteños, imposibles de vislumbrar si quiera en la árida estepa madrileña, esos colores ya casi otoñales... cuánta y cuánta belleza.
En lugar del olor, y a veces hedor, que produce el asfalto recalentado y ardiente, en estos parajes donde abundan las horas humedas y nubladas, puedo disfrutar de aromas espléndidos, que ni en la mejor fábrica de perfumes del comercio más exquisito, yo podría encontrar.
Pájaros que cantan, aguas cristalinas que sonríen y susurran, arboles que se mecen a mi paso.. cuántos sonidos tan armónicos, cuanta notas que ni el mejor de los interpretes me podría ofrecer.
Mi paladar... bueno, eso si que son ya palabras mayores. Estoy en una zona alavesa, donde el bien comer y el buen beber son las cosas imprescindibles del hacer de cada día.
Por último, el tacto... En fin de los enfines... No se, no se... Esto habría que contarlo a la luz de la lumbre como está mandado y acompañados con una copa del mejor vino. Me pregunto cuál vino elegiría. Sabrán ustedes que por estos lares se encuentran dos buenos amigos blogueros, Rafa y Txema, que son auténticos sommelieres.
Como la narración que haría sobre el sentido del tacto, sería una avanzadilla de mis futuras y presuntamente celebérrimas memorias, el vino tendría que tener cuerpo, mucho aróma, que perdure en boca, vamos digo yo, no?
Al final, y al estar en estas tierras alavesas, me voy a decidir por la bodega de la rioja alavesa "Luis Cañas", y como la ocasión lo merece me decido por un Gran Reserva 2001. Espero no defraudarles, si nuestros sommelieres quieren que lo mejoren ellos mismos, no les parece?
Les dejo con la miel en el paladar. Yo ahora dentro de un ratito me voy de excursión. Hoy por estas tierras luce el sol pero la temperatura es realmente deliciosa.
Un beso a todos con tonos norteños.
13 comentarios:
Espero que estes disfrutando de tus vacaciones a lo máximo Carmen.
22 de agosto de 2009, 10:34Hoy, aqui hace buena temperatura, ni mucho calor, ni frío, hoy se está bien.
El norte es fantástico verdad jajaa...
Muchos besoss y a pasarlo bien
Sara
Mi poética Carmen, la naturaleza llena de gran sensibilidad, es verdad con los ojos abiertos. No sabes lo que me alegro de estos días felices para tí y sé que los disfrutaras al maximo.
22 de agosto de 2009, 10:35Creo que es una buena elección "luis Cañas", a no ser que los más entendidos digan otra cosa.
mil besos y ¿salud y amor¡
Pero que bien te lo pasas Carmen, esto es lo que necesitabas, descanso,y no pensar en los problemas del "Laboro" diario,haz muchas fotos nenita, que te vaya bien la excursión de hoy y que disfrutes, del vino no te hablo porque no entiendo,a eso que vengan los expertos que has nombrado.Un beso.
22 de agosto de 2009, 10:36Salut i sort.
Que lo disfrutes muchísimo, que te lo mereces. En cuanto al vino, pues.....no me gusta mucho, pero supongo que es una buena elección. Eso sí, de chuletones te puedo hablar un buen rato, ajajajajaj.
22 de agosto de 2009, 10:38Disfruta, Carmen.
Que disfrutes mucho... :-)
22 de agosto de 2009, 11:32Disfruta y carga pilas... que seguro que te van a durar cargándolas asi.
22 de agosto de 2009, 11:58Carpe Diem
Querida, no podías haber elegido mejor sitio para no pasar calor, comer y beber bien y tener un paisaje estupendo.
22 de agosto de 2009, 12:35En cuanto a lo de los vinos, allí vale cualquiera de la zona --en este momento me está llegando el aroma de roble, ¡uff!. Me estás dando envidia.
Y si quieres algo fresco, tomate una sidriña, nada de pócimas italianas que te podrían dañar este hermoso viaje.
La verdad es que Txema ha sido duro, yo no las llamaría innombrables, simplemente son mujeres de influencia nociva (aunque sólo a la hora de aconsejarte un vino, no vaya a ser que se me enfaden).
Un beso, Carmen, y lo dicho, pásatelo bien, vívelo intensamente.
Salud y República
Lo dicho, Carmen.. Que te lo pases de fábula! ;-)
22 de agosto de 2009, 12:41Este Finde me voy a dedicar de pleno a la lectura, desconectar me irá bien!
Un beso!
¡Ay la Naturaleza!
22 de agosto de 2009, 12:44Disfruta todo lo que puedas y vive con intensidad tan bellos parajes.
Me alegro que seas feliz por esas tierras
PD:Puedes entrar en mi "casa" y llevarte lo que te apetezca.
Un beso
¡Feliz día!
Ahora podemos echar una larga parrafada: estamos en igualdad de condiciones. Disfrútalo. Luego se acaba.
22 de agosto de 2009, 15:24Carmen, repito mi primer comentario, sin el encabezamiento del cual me avergüenzo, no he sabido interpretar una broma... me sabe mal, hay días asi que me juegan malas "pasadas" :
22 de agosto de 2009, 15:44"Me hace muy feliz constatar que el verde de que me hablas ;-)es tal y como lo imaginaba, llena tus pulmones, tu vista y todos los demás sentidos, mi Niña..
Me aconsejaron dos libros de un escritor ;-) conseguí el segundo
( lo estoy leyendo, ya) y encargué el primero..
¡¡Disfruta! ¡¡Goza!! A TOPE! ;-)
Mil y un besitos Amiga.. Preciosa." Ese es tal y como quiero dejarlo..
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