No es que estos días me sobre la energía. La tengo, si, pero tan concentradita ella en temas laborales que no me deja mucho espacio para dedicarme a otros menesteres.
Ahora bien, si creen ustedes que me voy a romper... de ninguna de las maneras. Así es que, siguiendo el sabio refrenero español, "al mal tiempo buena cara", hoy canto y sonrío con toda mi intensa humanidad.
¿Se deberá mi tono nocturno y algo festivo al hecho de que ya es sábado y tengo más tiempo para las musarañas, para las ensoñaciones? Puede. Quién sabe. Quizás.
El caso es que quiero compartir con ustedes este trocito pequeño donde yo me refugio. Desde donde yo les escribo. Donde yo estos días cuando vuelvo de mi larga jornada laboral, también sigo aquí trabajando. Donde yo cuando estoy ansiosa, me relajo leyendo en internet o navegando por estos parajes digitales que me son tan queridos, tan cercanos. Son sus casas virtuales que yo frecuento con tanto placer.
El otro día mi amiga María me brindó su maravillosa vista. Mi casa está en una urbanización y también veo verde pero mi verde es un verde urbanita, ordenado, organizado, estructurado. Nada que ver con el verde que te quiero verde de la naturaleza libre, salvaje y campera.
Esa naturaleza es la que mi alma ansía estos días. La que yo necesito aspirar. Con la que necesito convivir unos días. Si la cosa no se me tuerce eso llegará hacia el 12 o 13. No más tarde del 15. Está ahí. Casi puedo tocarla. Pero aún me parece muy lejana.
Y es que aún tengo energía, pero tan concentradita ella en mi vida laboral que a penas me deja resuello para lo demás.
Quedense aquí conmigo. Me gusta verles. Escucharles. Saber que en este gran mundo virtual, hay un espacio grande y sólido para la amistad, para el cariño... para la sonrisa. Y hablando de sonrisas los viernes no me pierdo mi visita a la casa kabileña de mi amigo Rafa, que siempre nos regala un montón de risas gracias a su selección semanal de vídeos de humor.
Esta mascota me la regaló un amigo. Es tierna. Y ahora que les estoy escribiendo me mira con complicidad. Es mi tigresa, la de ojos tristes, la ojazos. Les manda besos. ¿Les gusta, verdad?
Silencio.... Es la hora de las meiga... Me voy a dormir... Me han prometido traerme dulces sueños y precioso despertar...
Ahora bien, si creen ustedes que me voy a romper... de ninguna de las maneras. Así es que, siguiendo el sabio refrenero español, "al mal tiempo buena cara", hoy canto y sonrío con toda mi intensa humanidad.
¿Se deberá mi tono nocturno y algo festivo al hecho de que ya es sábado y tengo más tiempo para las musarañas, para las ensoñaciones? Puede. Quién sabe. Quizás.
El caso es que quiero compartir con ustedes este trocito pequeño donde yo me refugio. Desde donde yo les escribo. Donde yo estos días cuando vuelvo de mi larga jornada laboral, también sigo aquí trabajando. Donde yo cuando estoy ansiosa, me relajo leyendo en internet o navegando por estos parajes digitales que me son tan queridos, tan cercanos. Son sus casas virtuales que yo frecuento con tanto placer.
El otro día mi amiga María me brindó su maravillosa vista. Mi casa está en una urbanización y también veo verde pero mi verde es un verde urbanita, ordenado, organizado, estructurado. Nada que ver con el verde que te quiero verde de la naturaleza libre, salvaje y campera.
Esa naturaleza es la que mi alma ansía estos días. La que yo necesito aspirar. Con la que necesito convivir unos días. Si la cosa no se me tuerce eso llegará hacia el 12 o 13. No más tarde del 15. Está ahí. Casi puedo tocarla. Pero aún me parece muy lejana.
Y es que aún tengo energía, pero tan concentradita ella en mi vida laboral que a penas me deja resuello para lo demás.
Quedense aquí conmigo. Me gusta verles. Escucharles. Saber que en este gran mundo virtual, hay un espacio grande y sólido para la amistad, para el cariño... para la sonrisa. Y hablando de sonrisas los viernes no me pierdo mi visita a la casa kabileña de mi amigo Rafa, que siempre nos regala un montón de risas gracias a su selección semanal de vídeos de humor.
Esta mascota me la regaló un amigo. Es tierna. Y ahora que les estoy escribiendo me mira con complicidad. Es mi tigresa, la de ojos tristes, la ojazos. Les manda besos. ¿Les gusta, verdad?
Silencio.... Es la hora de las meiga... Me voy a dormir... Me han prometido traerme dulces sueños y precioso despertar...
15 comentarios:
Que entrada más bonita, como el rincón de tu casa que compartes con nosotros, y el rincón de tus amigos que también he visitado.
1 de agosto de 2009, 4:36Espero que pronto puedas tener unos días de descanso, yo hasta Septiembre no podré.
Un saludo.
Descansa. Duerme. El sprint final es duro pero tiene una gran recompensa: Las vacaciones. En poco tiempo habrás llegado.
1 de agosto de 2009, 7:19Que ese sitio placentero y funcional donde trabajas se convierta en poco tiempo en un chiringuito de una playa donde la cerveza y el sol te estén esperando.
Un beso, amiga.
Salud y República
Las vacaciones serán o no serán, serán hoy o serán mañana. El sueño es todo el año, todos los días, perder la consciencia, morir para nacer de nuevo, reconstruirse, ser de nuevo cada día aunque parezcamos los mismos. Me parece que la mascota vigila para asegurarse de que hoy se levante la misma Carmen, renovada y enérgica.
1 de agosto de 2009, 8:26Un beso.
Te ha quedado genial la entrada Carmen.
1 de agosto de 2009, 10:10Pronto llegaran tus vacaciones y te marcharás. Todo saldrá bien, ya lo verás.
Me ha gustado la foto de tu tigresa.
Muchos besoss
Sara
Pues no. Yo creo que esa mascota no vigila nada: no iría yo tranquila conduciendo si ella tuviera que darme conversación para evitar el sueño...porque tiene una cara de necesitar vacaciones, mimos y cama...
1 de agosto de 2009, 10:13Yo no sé si a ti te pasa, pero los últimos días antes de vacaciones, se me hacen eternos; era mejor que no nos dijeran cuándo son y que llegaran de repente.
Claro que, si yo me quejo de vacaciones, no tengo perdón de Dios.Di tu que yo me paso las vacaciones trabajando un mínimo de tres horas al día para la siguiente jornada laboral y, cuando empieza de nuevo el curso, tengo siempre los deberes hechos y no he perdido el hábito de madrugar, esforzarme,inventar y un etc.
Duerme bien. Ese es el descanso imprescindible. Al menos, para mi.
Ánimo Carmen, las vacaciones las tienes ya a la vuelta de la esquina. Que chula la tigresa.
1 de agosto de 2009, 10:30Un abrazo y buen fin de semana.
Qué bonito, niña......... (y recuerda que haberlas, haylas........)
1 de agosto de 2009, 11:57Querida Carmen
1 de agosto de 2009, 12:43Me alegra que estés en "forma" aunque las temperaturas madrileñas te agobien un poco.
Esta es la Carmen que un buen día conocí y a la que respeto y admiro con todas las fuerzas de mi corazón.
Cuando te noto activa,dicharachera y, sobre todo,peleona me alegro porque ese es tu carácter y la forma de entender la existencia.
Un besote
Gracias por compartir ese rincón íntimo y estas horas que preceden al merecido descanso.
1 de agosto de 2009, 16:25Ahora cuando te leemos te verems ahí sentada a la mesa de ese bello y acogedor espacio que has creado, con la atenta vigilancia de la tigresita ojazos tristes.
Un abrazo y que las meigas te acompañen y velen tu sueño.
Un abrazo.
Venga Carmen que ya casi las tocas,bonito rincon y graciosa mascota,pero no parece muy fiera mas bien tierna,un saludo.
1 de agosto de 2009, 16:29me ha encantado ver tu rincón; el sitio donde piensas y meditas mientras lees en aquello que vas a escribir.
1 de agosto de 2009, 17:35Un abrazo amiga.
Entré de puntillas.. pero estabas con las meigas y con una sonrisa dibujada en tu cara y no quise interrumpir tus sueños..Tu Mascota me vió pero hicimos un pacto de silencio y de complicidad.. ;-) Hoy vuelvo a una hora más apropiada para las visitas.. Y me siento ya como en casa.. sólo que en tu despacho impera el orden.. En el mío me tendré que poner en ello en plan serio..
1 de agosto de 2009, 18:56Gracias por abrirnos tu puerta, Carmen.. Me hace feliz, muy feliz encontrarte con ánimos y aludiendo a las casas entrañables de María, que ya visité y a la de Rafa donde voy ahora mismo..
Besitos, muchos!
Muchas gracias Carmen, aquí estaremos, para leerte por poco que puedas ofrecernos debido las obligaciones que seguro que no son pocas, y por menos que escribas tu calidad nunca baja, un beso.
1 de agosto de 2009, 20:38A todos: Gracias por estar aquí conmigo. Me encanta teneros cerca. Como noticia trascendentalísima ayer en Madrid cayó a media tarde un buen chaparrón. Mi tigresa y yo nos pusimos tan contentas.
2 de agosto de 2009, 8:19Un fuerte abrazo para todos, repartido equitativamente.
han sido "las meigas", mis meigas gallegas que rociaron Madrid de agua y frescura. Sé que tu tigresa te cuida y protege.
2 de agosto de 2009, 23:19millones de bicos y gracias por todas tus entradas que siempre me hacen sonreir.
Publicar un comentario