Esta mañana amanecí descansada, sonriente, optimista, con ganas de comerme el mundo...
De muy temprano, aunque no tanto para mis estrafalarias costumbres de a diario, fuime a casa de mi amigo Felipe, al que admiro, respeto y además quiero. En esa casa, siempre encuentro cosas que me hacen vibrar, otras que me estremecen, que nunca, nunca me dejan indiferente. Siempre me sorprende con alguna sublime exquisitez.
Hoy he visto, allí en su casa, un vídeo, "18 segundos" que les aconsejo vivamente. A mi me ha dejado impactada y su impacto perdura aún entre mis neuronas. Al margen de la calidad artística del vídeo, que es impresionante, el tema que aborda, al menos el más obvio, el tema de la soledad, me ha dado para muchas circunvalaciones mentales.
En su casa dejé el siguiente comentario, la típica reacción inmediata ante el visionado del vídeo. Les transcribo:
"No lo se, Felipe. Me ha dejado el alma totalmente estrujada. Siempre que veo situaciones similares, mi mente no lo acepta y siempre, siempre pienso que nosotros, cada uno, puede modificar muchas cosas en su propia vida. Por eso quiero pensar en cómo este trágico final, podría cambiarse. Ambos deciden dejar de estar "ensimismados", cuando salen cada uno de su propio trabajo, se han apuntado a una asociación de barrio para ayudar a indigentes. Nunca se conoceran. En casa estarán solos. Pero su mente, su mente participará del resto luchando por un mundo más solidario. Este es mi final.
Como ese cualquier otro que nos haga trascendernos. La soledad también tiene que ver con uno mismo no con unas circunstancias externas. Perdóname, Felipe... tan largo comentario pero lo que me ha sugerido el terrible vídeo es eso: nuestra capacidad para modifica el entorno y dejar de mirarnos el ombligo.
El vídeo una auténtica obra de arte.
Un abrazo muy fuerte. Siempre me haces pensar mucho. Hoy estoy estupenda porque he dormido muchísimo y estoy plena de energía. También de optimismo.
Más besos"
Horas después sigo impactada y quiero compartir con ustedes y con más calma la reflexión que me ha provocado la historia.
Creo y estoy profundamente convencida que la capacidad que tenemos para modificar nuestro entorno es muy superior a lo que nosotros creemos y en definitiva a la que utilizamos. Creo que esa fuerza para el cambio la desaprovechamos en muchas ocasiones. Lo creo.
Hablando de mi propia experiencia vital, tengo en la recamara muchos recuerdos que me produjeron dolor, infelicidad, insatisfacción y que me dejaron noqueada, ensimismada, paralizada. Ello me condujo a dos reacciones, reacciones de las más destructivas y pavorosas: la inacción y el victimismo.
Las temo. Me espantan. Por eso me alerto, me pongo en guardia, me rebelo con todas mis fuerzas contra ellas. Contra la inacción. Contra el victimismo. Lo hago por un profundo sentimiento de supervivencia.
Cuando perdemos nuestra capacidad para el cambio, que es infinita, se producen situaciones como la que se muestra en el vídeo. Dejando, como no, de lado las circunstancias externas que no podemos modificar, que no podemos cambiar, el resto es nuestro. Solo nuestro. De nuestra entera responsabilidad.
Mi trabajo actual va a incidir, con casi toda seguiridad, en parte de mis vacaciones. Seguro. Ya lo se. Yo me pregunto ¿cuál será mi reacción? Cuál escogeré?
* Cortarme las venas poniendo el acento y mi mirada en los supuestos millones de yates navegando por el mar Adriático, (es un poner), con mujeres, delgadas todas ellas, acompañadas de hombres apetecibles, acariciadores, atractivos, seductores, abrazadores y todo lo que cada uno pueda añadir... y pensar que yo me quedo aquí, en los madriles, con calores prohibidos y además, sola y descangallá? ¿Será esa mi reacción?
* O por el contrario, me congratulo por tener la suerte de tener, hoy día, un puesto de trabajo que además me gusta, me hace crecer, de poder hacerlo bajo un techo, sólido y agraciado? ¿Será esta la opción que elija?
La decisión es mia. El resultado dependerá de mi.
Por eso el comentario que dejé en casa de mi amigo Felipe tiene que ver con mi instinto de vida, con mi lucha contra la infelicidad, contra la insatisfacción, contra el victimismo. Es también un pequeño guiño a la empatia y complicidad hacia aquellos tantos otros que tienen quizás menos que yo.
Nuestra capacidad de modificación es ingente. Y esto en política, por ejemplo es definitivo.
Perdonen mi tono zen de este sábado, pero la culpa la tiene Felipe que siempre mueve mis entrañas.
Besos complices para todos ustedes, mis entrañables visitantes.
Y quédense un ratito conmigo, lo mismo juntos cambiamos el mundo.
De muy temprano, aunque no tanto para mis estrafalarias costumbres de a diario, fuime a casa de mi amigo Felipe, al que admiro, respeto y además quiero. En esa casa, siempre encuentro cosas que me hacen vibrar, otras que me estremecen, que nunca, nunca me dejan indiferente. Siempre me sorprende con alguna sublime exquisitez.
Hoy he visto, allí en su casa, un vídeo, "18 segundos" que les aconsejo vivamente. A mi me ha dejado impactada y su impacto perdura aún entre mis neuronas. Al margen de la calidad artística del vídeo, que es impresionante, el tema que aborda, al menos el más obvio, el tema de la soledad, me ha dado para muchas circunvalaciones mentales.
En su casa dejé el siguiente comentario, la típica reacción inmediata ante el visionado del vídeo. Les transcribo:
"No lo se, Felipe. Me ha dejado el alma totalmente estrujada. Siempre que veo situaciones similares, mi mente no lo acepta y siempre, siempre pienso que nosotros, cada uno, puede modificar muchas cosas en su propia vida. Por eso quiero pensar en cómo este trágico final, podría cambiarse. Ambos deciden dejar de estar "ensimismados", cuando salen cada uno de su propio trabajo, se han apuntado a una asociación de barrio para ayudar a indigentes. Nunca se conoceran. En casa estarán solos. Pero su mente, su mente participará del resto luchando por un mundo más solidario. Este es mi final.
Como ese cualquier otro que nos haga trascendernos. La soledad también tiene que ver con uno mismo no con unas circunstancias externas. Perdóname, Felipe... tan largo comentario pero lo que me ha sugerido el terrible vídeo es eso: nuestra capacidad para modifica el entorno y dejar de mirarnos el ombligo.
El vídeo una auténtica obra de arte.
Un abrazo muy fuerte. Siempre me haces pensar mucho. Hoy estoy estupenda porque he dormido muchísimo y estoy plena de energía. También de optimismo.
Más besos"
Horas después sigo impactada y quiero compartir con ustedes y con más calma la reflexión que me ha provocado la historia.
Creo y estoy profundamente convencida que la capacidad que tenemos para modificar nuestro entorno es muy superior a lo que nosotros creemos y en definitiva a la que utilizamos. Creo que esa fuerza para el cambio la desaprovechamos en muchas ocasiones. Lo creo.
Hablando de mi propia experiencia vital, tengo en la recamara muchos recuerdos que me produjeron dolor, infelicidad, insatisfacción y que me dejaron noqueada, ensimismada, paralizada. Ello me condujo a dos reacciones, reacciones de las más destructivas y pavorosas: la inacción y el victimismo.
Las temo. Me espantan. Por eso me alerto, me pongo en guardia, me rebelo con todas mis fuerzas contra ellas. Contra la inacción. Contra el victimismo. Lo hago por un profundo sentimiento de supervivencia.
Cuando perdemos nuestra capacidad para el cambio, que es infinita, se producen situaciones como la que se muestra en el vídeo. Dejando, como no, de lado las circunstancias externas que no podemos modificar, que no podemos cambiar, el resto es nuestro. Solo nuestro. De nuestra entera responsabilidad.
Mi trabajo actual va a incidir, con casi toda seguiridad, en parte de mis vacaciones. Seguro. Ya lo se. Yo me pregunto ¿cuál será mi reacción? Cuál escogeré?
* Cortarme las venas poniendo el acento y mi mirada en los supuestos millones de yates navegando por el mar Adriático, (es un poner), con mujeres, delgadas todas ellas, acompañadas de hombres apetecibles, acariciadores, atractivos, seductores, abrazadores y todo lo que cada uno pueda añadir... y pensar que yo me quedo aquí, en los madriles, con calores prohibidos y además, sola y descangallá? ¿Será esa mi reacción?
* O por el contrario, me congratulo por tener la suerte de tener, hoy día, un puesto de trabajo que además me gusta, me hace crecer, de poder hacerlo bajo un techo, sólido y agraciado? ¿Será esta la opción que elija?
La decisión es mia. El resultado dependerá de mi.
Por eso el comentario que dejé en casa de mi amigo Felipe tiene que ver con mi instinto de vida, con mi lucha contra la infelicidad, contra la insatisfacción, contra el victimismo. Es también un pequeño guiño a la empatia y complicidad hacia aquellos tantos otros que tienen quizás menos que yo.
Nuestra capacidad de modificación es ingente. Y esto en política, por ejemplo es definitivo.
Perdonen mi tono zen de este sábado, pero la culpa la tiene Felipe que siempre mueve mis entrañas.
Besos complices para todos ustedes, mis entrañables visitantes.
Y quédense un ratito conmigo, lo mismo juntos cambiamos el mundo.
18 comentarios:
Buf !! Acabo de ver el video, me ha encantado, pero que fuerte el final, me alegro de que hoy estes tan vital Carmen, la soledad es así de dura para quien no la sepa vivir, yo siempre he dicho que la soledad es muy buena siempre que la escojas y es muy mala cuando la tienes por obligación.Un beso linda.
8 de agosto de 2009, 14:43Sí, había visto el vídeo y lo he vuelto a ver y nuevamente me ha estremecido.
8 de agosto de 2009, 15:54Además de la cuestión de la soledad, en la que estoy de acuerdo contigo en que cada uno puede hacer mucho por elegir entre una gama de opciones, yo veo lo tremendo y lo impredicible que son las circunstancias, donde el tiempo juega un papel importantísimo.
Cualquiera de nosotros podría haber tenido una vida totalmente distinta en multitud de ocasiones. Si no se hubiera conocido a una persona, si hubieras montado en un tren que ha descarrilado, si te hubieras encontrado con alguna persona que te hubiera hecho cambiar. Y todo ello puede ser por dieciocho segundos o menos. En gran medida estamos en manos de la casualidad, de las circunstancias que no dominamos. Por ello, deberíamos vivir cada momento como el mejor, como el último, como el único, y tratar de acercarnos a lo que debería ser nuestro máximo objetivo: vivir felices.
Me he enrollado mucho y veo que esto da para mucho más, quizá para una charla entre amigos, entre nosotros, sentados alrededor de una mesa, con un café o un té y disfrutando de la mutua compañía.
Vaya rollo que te he soltado.
Un beso y feliz fin de semana.
Salud y República
Todo... Todo lo que acabo de ver.. de leer en Posts y Comentarios me ha dejado noqueada...Lo reconozco.. y voy a estar seguramente una buena parte del día interiorizando, meditando sobre cada una de vuestras palabras, todas ellas.. De Felipe, de Geni, de Rafa y de tí mi Entrañable Carmen...Entrañables tod@s..
8 de agosto de 2009, 16:10Nada más que deciros que Te/Os quiero...No sabéis cuanto ..
Besos... Zen.. lo intentaré.. Cariñosos, seguro...
18 segundos...dan para mucho.. o para nada .. depende de cada un@...
Yo no soy nada más que una parte de un todo. se que no puedo cambiar el todo, pero puedo cambiar yo: siempre nos empeñamos en hacer las cosas a lo grande y yo solamente me propongo cambiar pequeñeces cotidianas.
8 de agosto de 2009, 16:41Lo aprendí cuando, hace ya treinta años me propuse dejar de fumar; empecé diciéndome, "ahora no fumo", seguí diciéndome "En esta hora no fumo" y así, pasito a paso, fui consiguiéndolo. Por aquel entonces no había parches ni ayudas; érais tu mono y tu, luchando a brazo partido cada segundo. Todavía tengo que decirme "hoy no fumo".
Luego cambié mi miedo a los perros por amor hacia ellos.
Luego mi piso de la ciudad por mi casa de la aldea. No puedo cambiar el mundo, pero cambio mi mundo. Estoy, como todos los seres humanos en manos del destino o de la suerte, pero lo que puedo hacer por mi misma, lo hago con total intensidad.
Un video estremecedor, sin duda. Y que razón tienes cuando dices que debemos tener esa actitud ante la vida. Es la única manera de cambiar las cosas, como si fueramos un gigantesco reloj de arena. Al final terminaremos cayendo y haciendo que las cosas cambien, aunque quizas nunca nos demos cuenta, o parezca que va todo demasiado lento.
8 de agosto de 2009, 18:14Carpe Diem
Querida Carmen
8 de agosto de 2009, 18:18Cuando yo encontré el corto también quedé un poco noqueado.
Lo archivé para verlo más reposadamente y observar lo que se pasaba por mi mente.
Una serie de palabras y sentimientos acudían a mí sin poder hilvanarlos.
Anoche hice la entrada programada y hoy lo he visto de nuevo.
Pienso que, a pesar de hablarnos de soledad,tiempo,cotidianeidad, es ante todo una intensa historia de amor entre un hombre y una mujer que en pocos 'segundos'se encuentran después de una larga búsqueda.
Puede impresionar lo que digo,sólo que sus vidas son comunes,paralelas(únicamnete les separa el contacto físico)
Es como si se levantaran del mismo lecho y comenzasen lo diario al unísono.
Intenta verlo también desde este punto de vista y verás cómo,quizás, puede ir cuajando la metáfora.
Gracias por tus comentarios hacia mi persona que son recíprocos.
Me alegro que te encuentres más relajada.
Lamento que mis comentarios sean tan exhaustivos
¡Buen día!
Besos
El video, da para mucho pensar. Me gusta tu reflexión, ¡Yo tambien estoy animada y pienso que las reacciones son necesarias ante todo, y siempre buscando la salida a ser más felices. Supongo que la inteligencia juega mucho en esto.
8 de agosto de 2009, 18:40Esta bien la reflexión de nuestro querido Felipe, que nos tiene en jake a todos. También es verdad que le ha llevado su tiempo llegar a ese punto. ¡al final¡ un optimista más.
bicos
El corto es fantástico, sin duda.
8 de agosto de 2009, 19:48A ver si me explico: el problema que tiene el video, grave, muy grave, es que es eso, un video, una historia con principio, desarrollo y final. Y yo lo estoy viendo, yo tengo el desenlace. Los protagonistas no tienen el desenlace, ellos viven esa historia y no importa su desenlace, que sólo nosotros conocemos, ellos la viven, la viven, son sujetos activos, la sufren y la disfrutan. Si queremos interrogarnos sobre nuestras vidas, la de cada uno de nosotros quizá debamos mirar la historia completa, hasta su trágico final. Pero para ellos no tiene trágico final, no hay final, la han vivido completa, hasta llegó. No sé qué será de mi mañana, tal vez me aguarde un semáforo y un coche, pero eso no importa, lo que importa es el trayecto hacia mañana, qué hago ahora, cómo vivo este momento único e irrepetible que se llama ahora. La lección del video está hasta la centésima anterior de aparecer el coche, despreciemos ese momento, no importa.
8 de agosto de 2009, 20:07Un beso
Perdón, sólo una cosa más: despreciando esa centésima de segundo, concentrándonos en el aquí y ahora estamos, seguramente, cambiando el mundo, no tenemos otro medio para hacerlo, estamos, también, seguramente, cambiando el final del video. Y si, aún así, aparece el coche que me atropella, algo es seguro, y es que esa ya no será mi historia.
8 de agosto de 2009, 20:10Otro beso.
Estoy contigo. Podemos mejorar el mundo si cada cual intenta mejorear la parcela que le rodea.
8 de agosto de 2009, 20:16Un abrazo guapa.
Hablando de las decisiones me viene a la cabeza un dialogo de la peliculo Mistyc river que si no has visto te recomiendo,es Sean Peen hablando en una cafeteria, viene a decir"hay pequeñas decisiones que te pueden cambiar la vida,dicen que la madre de Hitler quiso abortar.." y joder,felipe la que nos ha liado con el video,un saludo.
9 de agosto de 2009, 0:42La soledad como ya han dicho no es mala siempre que la escojas, me gusta encontrarme solo de vez en cuando te ayuda a reflexionar sobre cosas que no trataria de no estar solo... creo que a ninguno nos ha quedado igual el video despues de verlo la verdad.
9 de agosto de 2009, 2:56Un beso Carmen, quiero creer y creo que todos tenemos el poder de cambiar el mundo.
Es un corto muy largo, pues su temática así lo dicta, no se cuanto tiempo quedará en mi mente pero si se que me está haciendo pensar mucho, largamente. Cada instante de nuestras vidas es una elección, una permanente elección, me quedo estático o actúo, me aparto o formo parte, me involucro o miro hacia otro lado.
9 de agosto de 2009, 5:05Tu optimismo es contagioso, gracias por ello.
Un saludo.
La soledad, la rutina, la tristeza que reflejan los personajes de este vídeo es estremecedora.Pueden ser la vida de muchísimos....
9 de agosto de 2009, 9:50Yo me agarró con fuerza al presente y aunque muchas veces puedo también contar los segundos, son también muchas las que solo hago que vivir los segundos y desear con fuerza transformar la inercia.
Estoy con Juan no importa el final, este no lo elegimos nosotros. Lo que si podemos modificar son los presentes y a veces hay que olvidar el reloj.
Un abrazo grande
Pd: comentario hecho en el blog de Felipe
Mi querida Carmen, me levanto remolona, esta noche he ido a hechar una mano a la Saociación de vecinos de la aldea.(estan con el maratón de futbol- 72 horas seguidas de partido), esta vez me hice de camarera. De momento sin problemas ya que el año pasado, como siempre me metí en el medio de un futbolista que pegaba al arbitro...¡ no las pienso¡. Mientras tengo de música de fondo al grupo de Borja, no esta mal(Rock.funk). Las letras son de Borja y algunas están llenas de lirica de este mundo real que ellos viven.
9 de agosto de 2009, 11:26Besiños (puedes entrar en Google: mayspace bon a chic)
bicos
Maca
Me encanta tu blog, lo de cambiar el mundo depende como y hacia donde.
9 de agosto de 2009, 12:59Te sigo.
Preciosa entrada amiga Carmen, me ha hecho reflexionar, pero de verdad, con tiempo y una copa en la mano.
11 de agosto de 2009, 1:12Es cierto que muchas de las cosas que nos influyen, por decirlo de alguna manera, parten de nosotros mismos, pero no es menos cierto que estamos rendidos a circunstancias externas, alguien dijo, ya no recuerdo quién,que nosotros somos nosotros y nuestras circunstancias.
Pero también es cierto que podemos hacer mucho (si queremos) para cambiarlas.
Yo también cambié dinero por tiempo, y nunca me he arrepentido por ello, por otras cosas si, pero no por cambiar, a mi juicio, a mejor.
A lo largo del tiempo nuestras prioridades cambian, y debemos actuar en consecuencia, es mejor errar que dejar que el tiempo decida por nosotros.
Lo dejo ya, estaría toda la noche y seguro que sería un autentico tostón.
Un beso.
Salud y República!!
Nexus.
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