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La cara refleja lo que la mirada puede o quiere ver

20 jul 2009

El otro día un amigo bloguero al que frecuento, Juan Navarro, (les recomiendo su blog "Mesa camilla en París") me hacía una sugerencia para que pudieramos debatir: la busqueda del alma de los otros a través de sus retratos. Lo hacía con motivo de la entrada que dediqué a Annie Leibovitz.

Yo le voy a dar la vuelta a la sugerencia y me voy a detener en ese dicho popular que a firma que "la cara es el espejo del alma". ¿Lo creen ustedes así?

Convencida estoy de que, sin duda, la cara puede reflejar en un momento dado una emoción. El dolor, la alegría, la ira, el cansancio, la tristeza... Pero de ahí a que refleje el "alma" hay una gran distancia. En mi caso esta distancia es casi insalvable dado que no creo en la existencia de tal elemento. Existe el pensamiento. Si les parece y para poder entendernos al alma le voy a dar yo un significado más humano: "personalidad". Como propuesta de debate podemos asumirlo, no es así?

Convencida estoy de que no existe una realidad objetiva, solo existe una realidad transformada, transformada por la mirada individual. Y esta mirada está delimitada, o limitada para ser más exactos, por las coordenadas propias de cada uno.

Si yo miro a Mariano Rajoy, es un poner, transfiero toda mi experiencia del personaje. Por tanto y en este caso, mi mirada se queda detenida en su ligera bisoñez, en su suave prognatismo. Mi mirada me dice de él que estoy ante un hombre consentidor, avieso, buen navegante, que el trascurso del tiempo favorece sus planes de ahí que no se da prisa.

Si yo miro a José Luis Rodriguez Zapatero, es otro poner, me detengo en la postura rígida de su cuerpo, la colocación de sus manos. Veo una persona que se esfuerza en creer que su acontecer le está pasando a él. Que ese chico leonés, desconocido y sin trayectoria, se impuso a un Almunia y a un Bono. Está aún desconcertado. A veces está incómodo. No se lo llega a creer.

Convencida estoy de que estas son tan solo mis miradas. Yo influyo en el personaje. Como verán nada que ver con la objetividad, no creen?

Sobre el tema de la mirada, la nuestra, la del otro, hay una espléndida novela de Luigi Pirandello: "Uno, ninguno y cien mil". En ella el escritor pone el acento en el peso que tiene la opinión externa sobre nuestro propio juicio. Esa persona que se convierte en "ninguno" para si mismo, al verse u observarse cómo le ven los demás, alguien con tantas personalidades como los demás puedean atribuirle, las cien mil miradas. Pirandello intenta mostrar cómo influye en la determinación personal la imagen exterior. El centro de esta espléndida obra de Pirandello el tema de la subjetividad y la sugestión.

Convencida estoy que yo cuando me miro me veo de muy diferente manera. Depende de mi mirada de ese día. Si eso es así, qué no pasará con las miradas ajenas.

Hay personas, generalmente humanas, las inhumanas ni mentar, que podrían considerar que quizás yo fuera una mujer solidaria, valiente, que si tengo que confrontar, confronto, que si tengo que defender, también lo hago. Otras, a lo mejor me están también observando en ese mismo instante y sin embargo ven en mi otra cosa muy distinta. La fortaleza se convierte entonces en osadía, la decisión en obcecación, la energía en ambición, la sensibilidad en debilidad... ¿Cuál es la realidad? ¿Cuál de las miradas acierta: la que me acaricia, la que me destroza? ¿Cuál es la mía? ¿Me afectan esas miradas externas a mi propia percepción?

Por todo ello propongo que sustituyamos aquello de que la cara es el reflejo del alma por esta otra proposición: "La cara refleja lo que la mirada puede o quiere ver".

De ahí que hay miradas que contraponen tanto lo que otras perciben que la comprensión entre ellas parece imposible. Es una pena, si. Quizás esto diera par una nueva reflexión.

¿Si diferentes miradas a un mismo objeto o suceso obtienen información tan dispar, cómo se resuelve la complejidad, cómo se entiende nuestra sociedad múltiple, cómo se integran aspectos tan divergentes, cómo se evita la quiebra...?

¿Son esas miradas tan divergentes que nunca podrán encontrarse?

Seguiremos meditando aprovechando el impacto en el sueño de estos calores madrileños.

20 comentarios:

Dean dijo...

El alma para un científico estaría en el cerebro, para un místico, en su virtudes y defectos, para un filósofo, es la parte inmaterial adicional a la parte material y que componen el ser, y así sucesivamente. Desde este punto de vista para mi, la mirada si es el reflejo del alma, pues tiene infinitas posibilidades, dependiendo de quien escrute la mirada. Hoy casualmente estuve viendo las fotos de dos chicas que acaban de ser madres por primera vez y me llamó mucho la atención la felicidad que reflejan sus caras, y la mirada de ternura, y la paz que se puede ver allí.
Un saludo.

20 de julio de 2009, 7:09
desencanto dijo...

Que difícil lo has puesto. Has borrado un tópico ancestral, no hay alma, y a partir de este principio debemos buscar respuestas alternativas al concepto alma y, por lo tanto debemos construir/dar una respuesta a lo que es el reflejo de nuestra seña de identidad, nuestra cara, la que nos distingue a un@s del resto. La que a veces refleja nuestros sentimientos y a veces los esconde en los más profundo de "nuestro ser" y donde debe estar, este, nuestro ser más profundo. Vaya reto intelectual que has planteado. Saludos

20 de julio de 2009, 7:44
RGAlmazán dijo...

Totalmente de acuerdo con la tesis de que la mirada está cargada de intención, y por lo tanto, no podemos ser objetivos. De hecho, la experiencia lo confirma, seguro que todos teníamos un buen concepto de una cara de alguien hasta que supimos que era de determinada forma y lo cambiamos. También al revés.
Y la quiebra creo que no se puede evitar, es inherente a nosotros.

Salud y República

20 de julio de 2009, 8:35
sara dijo...

Me ha gustado mucho la reflexión. Yo también estoy de acuerdo contigo.
Cada mirada tiene una personalidad y desde el puento en que la miremos nos va a parecer distinta.

Muchos besoss carmen

Sara

20 de julio de 2009, 9:02
Anónimo dijo...

Pues mírame a mi, coñe!!!! Que soy mucho más guapa que Rajoy, jajajaja. Bueno, yo y cualquiera, que agggggggggg, qué feo es el jodio.

20 de julio de 2009, 9:04
brancalúa dijo...

Así de buena mañana es un tema arduo difícil....la mirada.....
Estoy convencida de que nuestra mirada interior está en función de nuestro estado de bienestar o no bienestar, sobretodo del emocional....las miradas de los demás lo resumías muy, muy bien en depende de si es una mirada de afecto o es una mirada de "rabuñar"...Carmenciña el tema está en todos, desde que abrimos los ojos hasta que los cerramos....me parece muy interesante.
Gracias por tus comentarios a los relatos.
Un abrazo

20 de julio de 2009, 9:05
ines sabanes dijo...

Puede que está condicionada por lo que queremos y podemos ver, pero de forma espontánea suele ser una referencia y, a veces una alerta sobre la credibilidad de las palabras. Seguramente estoy condicionada por las miradas del mundo en el que me muevo frecuentemente y cuyas palabras son a veces lo contrario de lo que diría el pensamiento y, a veces si se sabe observar esto se delata en la mirada .
Besos

20 de julio de 2009, 9:51
severino el sordo dijo...

NO sera el espejo del alma pero si el de llamemosle conciencia,cuando alguien obra mal se le ve en la mirada,lo malo es que hay gentes que carecen de ella,otra cosa es como miramos y nos miran,por poner un ejemplo no veremos lo mismo en los ojos de alguien que nos agrade, que de alguien que nos desagrade,incluso si dicen lo mismo de hay el dicho "nada es verdad,ni es mentira todo es sgun el color del cristal con que se mira" en mi caso llevo gafas desde los cuatro años asi que siempre miro a traves del cristal,afortunadamente no son de sol y se puede ver mi mirada,gradisima reflexión la tuya,un saludo.

20 de julio de 2009, 9:51
brancalúa dijo...

Profunda reflexión y reto para una mañana vacacional y con la mirada abierta al exterior.
Es cierto, creo que es inevitable una imágen distorsionada, la que el otro se hará "mi reflejo" y viceversa.
Durante "el camino" las miradas se
enturbian con todos los fantasmas y deseos que hacen la singularidad de cada uno.
Bueno un gran tema a pensar y debatir entre todos. (Ayer estuvé un poco preocupada, no habías publicado nada,bueno me alegra verte por aquí de nuevo)
millones de bicos
Maca (publico a través de A viaxe)

20 de julio de 2009, 10:30
Juanjo Rubio dijo...

La mirada es el espejo del alma.

Gran post el de hoy.

20 de julio de 2009, 10:52
Martine dijo...

Efectivamente los que no creemos en el alma, utilizamos, por vicios adquiridos, esta palabra dando otro significado a la misma.. y Personalidad como dices sería la más adecuada..

En cuanto a las miradas otra reflexión tuya que define a la perfección, las dificultades que resultan de una u otra y de su convergencia..
"De ahí que hay miradas que contraponen tanto lo que otras perciben que la comprensión entre ellas parece imposible. Es una pena, si. Quizás esto diera par una nueva reflexión."

Muy profundo Post, Carmen, y tal y como estoy se me hace difícil comentar con coherencia, sólo decirte que comparto de la A a la Z, todo lo escrito por tí.. y que nos puede conducir a más reflexiones...

Besos cariñosos, muchos...

20 de julio de 2009, 11:23
Juan Navarro dijo...

Buf, en menudo lío nos hemos metido. Porque ahora, tengo que comentar lo que dices.
Vamos a ello. Primero, una aclaración:
Lo que yo te proponía el otro día (pero debí decirlo muy mal) no era que plantearas un debate sobre la búsqueda del alma de los otros a través de sus retratos (aunque también me resulta interesante), sino lo siguiente: ¿habrá algo, algún indicio, algún dato, en la sicología colectiva o social madrileña que explique la proliferación de exposiciones de fotografía a lo largo de un mismo año? Es decir, ¿en qué se interroga Madrid para que proponga tantos interrogantes a debate a través de tantas exposiciones fotográficas? Las fotografías "hablan", todas, no sólo los retratos, aunque la excusa para la propuesta fueron los retratos de Leibovitz.
Ahora, a discutirte:
Dices que no crees en el alma. ¿En qué alma? ¿En la concebida por los católicos o, más en general, por los cristianos? ¿En la de Santo Tomás? ¿En la de Aristóteles? ¿En la del islamismo? ¿En la del budismo-lamaismo? Porque no son las mismas almas. ¿O en el alma de Spinoza? ¿O en la de investigadores modernos de la neurociencia, como Damasio, por ejemplo? Me temo que esto da para otro debate. Yo tampoco “creo” en estas almas, aunque podríamos hablar del alma. Y digo “creo”, lo he puesto con comillas, porque, en el fondo, la creencia supone un fracaso de nuestra capacidad para dar respuesta a las preguntas. De la creencia al acto de fe hay poco distancia. Decir, por ejemplo, creo o no creo en el alma es como decir creo o no creo que tengo gripe, sin someterme a examen médico. Es de locos medicarse a partir de una creencia, pero somos capaces de montar completos cuerpos de doctrina a partir de una creencia. En ese sentido, me parece más científica la posición del agnóstico.
No me detengo en otros conceptos como personalidad, conciencia, “mirada”,…. da para otros cien debates.
Finalmente, yo tengo la convicción de que sí existe una realidad objetiva; lo que no existe es objetividad para describirla. La realidad está ahí, la que sea, y cada uno contamos de ella nuestra visión. De hecho, cuando comentamos un cuadro, una fotografía, una reunión, un texto escrito, los comentamos, efectivamente, ofrecemos una visión sobre ellos pero, también, ofrecemos una visión o una lectura de nosotros mismos. Ahora mismo, comentado lo que has escrito, estoy proponiendo, directa o indirectamente, un enfoque, una mirada y una lectura; contribuyo a que, quien te ha leído, al leerme a mí, descubra que es posible otra forma de leerte. Pero, al propio tiempo, me estoy desnudando, estoy poniendo luz sobre mí, y estoy dando lugar, aunque no era ese mi propósito, a que se hagan una imagen sobre mí, lo que, finalmente, conduce a que cada uno ponga luz en la imagen que tiene de si mismo. Recuerdo aquí a Unamuno y su Vida de Don Quijote y Sancho.
Menudo rollo, dios mío, Carmen, perdóname, no sigo, me callo.
Un abrazo.

20 de julio de 2009, 11:40
Felipe Medina dijo...

Querida Carmen
Parto de la consideración personal de la no existencia de ese ente llamado alma,en ninguna de sus acepciones como nombra Juan.
"la cara es el espejo del alma" no es más que un refrán con lo que se quería expresar cómo los sentimientos se reflejaban en los distintos rictus faciales.Sentimientos de alegria,pasión,dolor,tristeza tienen su expresión en la parte más visible del cuerpo humano:la cara.
Cuando sonreimos,cuando lloramos nuestra faz adquiere distintas "poses"que hacen que los demás,al observarnos,crean saber nuestro estado emocional.
Cuando vemos la foto de un rostro podemos llegar a decir que es "inexpresivo",es decir,no nos está mostrando una lagrima,un gesto de dolor......
Es ante ello cuando nuestra propia observación es más subjetiva(sujeta a interpretación junto a los demás)
Sin embargo,cuando vemos el rostro de una foto o una cara que llora sabemos o damos por hecho que esa persona sufre,padece,etc.Al contrario de cuando sonrie.
Del tema planteado voy resumiendo:
1/La expresión facial es una realidad de nuestros entimientos.
2/Los sentimientos se desencadenan en una parte de nuestro cerebro que reacciona ante distintas circunstancias
3/Los neurotransmisores cerebrales están bastante estudiados por la ciencia y,en buena parte,son los que vienen a desarrolar nuestra actividad cognitiva en casi todos sus aspectos.Una persona que padece depresión(enfermedad)es porque existe una sustancia(serotonina)que no es lo suficientemente liberada,de ahí que los fármacos que se aplican es para que dicha sustancia adquiera los niveles normales y así el paciente supere su estado.
4/El alma es un concepto intrínsicamente ligado a la religiones y desde ese punto de partida debe ser tomada.Por encargo de la Iglesia Católica hubo científicos en el pasado muy ulterior que llegaron a expresar que habían descubierto dónde se encontraba el alma el cuerpo humano ¿¿¿????
Me gustaría entrar en más debate contigo y ,sobre todo,con Juan.Sin embargo éste sería esteril en un blog y porque la cortesía es primordial.
Un beso

20 de julio de 2009, 12:48
Mon dijo...

Llamamos alma ( segun yo) a lo que todavia no tenemos un nombre especifico. Que seguramente son muchos nombres. Y seguramente no hay reflejo.

Nada tiene que ver un aspecto con un pensamiento.


Buen lunes y gran reflexion!

Mon

20 de julio de 2009, 15:33
José Luis López Recio dijo...

Me ha encatado tu entrada. Has ido paseando por la idea de la frase para hacer un estupendo recorrido.
Saludos

20 de julio de 2009, 16:33
Lakacerola dijo...

Pues yo creo como tu que el alma es la personalidad de cada uno, que a los que conocemos ya no vemos de forma objetiva su cara sino que vemos subjetivamente el cómo son, y a los que no conocemos intentamos averiguar a través de su cara el cómo son (a ver si su cara refleja algo) a menudo nos equivocamos, de ahi frases como: "parecía una persona sería y aburrida y luego cuando la conoces es el alma de la fiesta" o "fíjate, pensaba que era un estirad@ y luego se desvivió por mi madre"; no se si me he explicado bien.
Un abrazo.

20 de julio de 2009, 17:12
Jurema dijo...

Es la ventana del alma! la mirada es lo único que habla del corazón, tienes toda la razón!!

Hoy te hago una visita corta , ya sé! te mereces mucho más! pero te dejo un abrazo, un beso y un presente que esta en mi casa, (arriba a la derecha).

Muacsss.

20 de julio de 2009, 17:59
Jurema dijo...

Carmen cariño!!
El video y todo lo demás es tuyo...

Pero, el presente es un regalito que me hizo Sakkarah ( este blog tiene glamour) yo lo comparto contigo.

Besitos.

20 de julio de 2009, 20:04
Ciberculturalia dijo...

Dean: Me ha gustado mucho tu reflexión y las diferentes interpretaciones del "alma" según quién la interprete.

Pena: Si, es un buen reto que como verás por los comentaristas da lugar para muchas derivadas.

Rafa: Ese es el reto como integrar miradas tan divergentes, tan opuestas, a veces tan irreconciliables. Es todo un reto sin duda.

Sara: Es así querida, cada mirada es todo un mundo que interpreta al resto.

Menda: te miro querida y veo una persona creativa, llena de humor y de energía.

Brancalúa: Es verdad que este tema, el de las miradas interpretadoras, da para toda una tesis.

Inés: Es cierto que una mirada observadora puede detactar muchos matices no verbales de la persona escrutada. Si, así es. Tu tienes ahí una gran experiencia.

Severino: así es querido, en este mundo traidor, nada es verdad ni es mentira... Tus gafas son estupendas por cierto, tienes una mirada agil y profunda.

Maca: Es un tema, querida Maca, bien complejo y atractivo para debatir entre todos. No te preocupes porque los domingos calurosos tengo gente siempre en casa que vienen para aliviarse de los calores madrileños y dares un chapuzón en la piscina de la comunidad, por eso me es más dificil escribir.

Juanjo: Me alegra que te gustara la entrada.

Selma: Si, creo que este es un tema que podemos seguir debatiendo entre todos. Leyendoos a cada uno de vosotros se me ocurrieron más cosas que en otro momento os las contaré.

Juan: Me río porque efectivamente nos hemos metido en un gran jardín. En todo caso, a mi me sirvió para meditar. Aunque no coincido contigo en aquello de la existencia del alma, ya que considero que no existe en ninguna interpretación que de ella hacen o pueden hacer los grandes pensadores, me ha interesado mucho tu profunda reflexión con la que me quedo para seguir meditando sobre el tema.

Felipe: Coincido con tu reflexión totalmente y claro que quiero que entres a debatir conmigo aunque pudieramos no coincidir, Felipe. La cortesía es primordial pero ese no es el tema, podemos disentir tanto como lo desemos, como lo necesitemos a la hora de defender o expresar un pensamiento. Eso si, con cortesía. Siendo tu como eres y como te me has mostrado, no me cabe en la cabeza que ese debate se pudiera plantear de otra forma. Así es que, mi querido Felipe, adelante cuando y cuanto quieras.

Mon: Me alegra que te haya servido la reflexión

Joselop: Gracias por tus piropos. Es un tema complejo y me gusta compartirlo con vosotros.

Lakacerola: Te has explicado perfectamente y comparto esa opinió sobre la mirada subjetiva.

Jurema: La mirada y el corazón. Todo un debate

María: Gracias María. Y si nuestra propia cara refleja nuestro sentir otra cosa es como eso lo percibe una mirada externa.

A todos muchisímos beso y gracias por compartir conmigo esta reflexión que veo que da para muchas más líneas. Volveremos sobre el tema.

20 de julio de 2009, 20:47
nexus. dijo...

Muy, muy interesante tu entrada, pones sobre la mesa varias cuestiones diferenciadas, todas ellas no sólo de una gran importancia desde el punto de vista humano, sino de una gran complejidad.
Dices que la percepción es subjetiva, y lo aplicas sobretodo a la de los demás, pero aún lo es mas cuando la mirada se posa sobre uno mismo,Kierkegaard sentenció en una ocasión que "el hombre no ve en realidad a la mujer de la cual está enamorado, sino a una imagen inserta entre él y ella", a lo cual yo añado, que uno no se vé(salvo honrrosas excepciones) a sí mismo como es en realidad, sino como una imagen inserta entre lo que de verdad es y lo que le gustaría ser, en el fondo amiga Carmen, estoy convencido que no nos conocemos a nosotros mismos tan a fondo como creemos.
La mirada, para mi, sólo refleja la sensación, el sentimiento del momento, y en algunos casos, los peores, un engaño.
Existe una teoría sobre la relación de la mirada de los seres humanos y su supuesta bondad, la conocida como "teoria del blanco de los ojos", hay una estupenda entrada en la página de Raul Sales (www.evoucionlibre.com) sobre este tema.
Sobre el alma, será mejor hablar en otro momento, no crees?.
un saludo.
salud y República!!
Nexus.

21 de julio de 2009, 2:14
 

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