Al banquillo!!!

Ayer toda la prensa recordaba a las víctimas de la masacre de Tiananmen, ocurrida hace 20 años. Todavía muchos de nosotros nos acordamos de cómo el ejercito chino cargaba contra cientos de estudiantes que se manifestaban para pedir al gobierno reformas democráticas en el régimen comunista chino.

La fotografía que he elegido para ilustrar esta entrada es el famoso "Tank Man" apodo que se atribuyó a este hombre anónimo, fotografiado el 5 de junio de 1989, durante la revuelta de la Plaza de Tiananmen, y que se muestra solo, impasible, sin intención de moverse, ante una larga fila de tanques que pareciera que van a pasarle por encima. Creo que es la foto que mejor refleja el abuso de un gobierno, con toda su potencia y poderío, contra sus propios ciudadanos, en una manifestación, pacífica, de estudiantes, desprotegidos, desamparados, solos.

Hasta aquí los hechos ocurridos, conocidos por todos. Hoy, sin embargo, quiero poner el acento en la impunidad manifiesta en algunos supuestos, en este caso, impunidad para el gobierno chino. Volvemos a observar que cuando un país pertenece, porque así lo deciden los líderes mundiales, (si, aquellos que manejan nuestros hilos, nuestras vidas, nuestras ilusiones y hasta nuestras esperanzas), al exclusivo y excluyente "club de los privilegiados", no hay Convención de Ginebra, ni actuación de la Corte Penal Internacional y muchísimo menos de jurisdicción universal que les sea aplicable, como hemos visto recientemente en nuestro propio país. Pueden hacer lo que quieran y el resto del club vuelve la cabeza hacia otro lado.

En este caso, ya ha salido la secretaria de estado norteamericana, Hillary Clinton, con un comunicado en el que destaca "los enormes progresos del gigante asiático para posicionarse como una gran potencia mundial". Realmente es increible. Es cierto, que ha añadido, así como de pasada "que sería conveniente que se liberen a los principales encarcelados por su participación en las manifestaciones estudiantiles de Tiananmen". Nada mas. Como de tapadillo.

La hipocresía de los poderosos es tan alucinante como alarmante.

La censura que está ejerciendo el Gobierno chino estos días para evitar rememorar los 20 años es un nuevo atentado a la libertad:
* Acoso a las voces disidentes
* 30.000 agentes dedicados a controlar que leen sus ciudadanos en internet
* 2.000 periódicos del sistema que cuentan y modifican la realidad, de hecho muchos chinos ni saben ni supieron de la existencia de la masacre
* Manipulación total de los libros de texto para reescribir la historia
* Portales bloqueados como Twitter, Hotmail, Facebook, Flickr, etc.

El caso más flagrante de censura es el de Zhao Ziyang, ya fallecido, que fue secretario general del Partido Comunista chino hasta la masacre de Tiananmen. Pasó los últimos 16 años de su vida en arresto domiciliario por oponerse a la represión cometida contra los estudiantes.

Ahora la editorial Simon&Schuster publica su libro póstumo "Prisionero de Estado. El diario secreto del primer ministro Zhao Ziyang". Zhao grabó en secreto en el año 2000 sus memorias que sus amigos y colaboradores consiguieron sacar del país eludiendo a sus guardianes. En este libro de 300 páginas narra en primera persona las intrigas del poder y por qué se decidió a apoyar la reivindicación de los estudiantes en la lucha contra la corrupción, la regeneración del sistema comunista y al ampliación de la libertad de prensa. Todo este episodio terminó con la masacre de Tiananmen y con el arresto hasta el final de su vida.

Quiero terminar con mi recuerdo para las familias de los estudiantes asesinados en Tiananmen, con mi respeto hacia Zhao Ziyang, con mi respulsa hacia el Gobierno chino por la masacre cometida hace 20 años y con mi deseo de que existan jueces que puedan sentar en el banquillo al gobierno chino como único responsable de aquellos asesinatos.

Technorati Tags: Conmemoraciones, Política Internacional