Mafalda no te cabrees...

LLevo poco tiempo en esto de la blogocosa y hoy empiezo a preguntarme el por qué en muchos foros se comenta que la valoración del blog, y a poco que insistamos del propio bloguer, depende del número de comentarios que cada día te van dejando.

Yo empecé esta blogotontería por varios motivos:

porque me apetecía probar este medio

porque me gusta escribir

porque me supone un divertimento

porque me gusta retarme

porque aprendo cada día

y por muchos más porques que ahora ni recuerdo

Ahora me doy cuenta que cuando entro en mi blog a escribir algo, por los motivos antes expuestos, lo primero que hago es ver si alguien dejó algún comentario y si no lo hay, que normalmente no lo hay, olvido mis por qués y me irrito.

Pero se acabo, se acabo y se acabo. Vuelvo a recordar mis objetivos:

Escribo para satisfacer mi ansia de escritora barata

Escribo sobre lo que me place

Con la tendencia que me da la gana porque no estoy obligada a informar

Me encantaría ser popular con mis escritos pero...

No me preocuparé de que lleguen o no los comentarios de otros blogueros.

Y como deciá aquel: este es mi blog y yo me lo guiso y yo me lo como....

Ahora, eso si, a mis presuntos visitantes les animo a que guisemos juntos en la blogocacerola. Lo mismo nos sale un buen cocido y juntos nos lo comemos.

Así es que Mafalda no te me enfades cuando no nos dejan comentarios. Cuando lo haces me pones nerviosa y hago tonterías.

Se acabó Mafalda, se acabó...

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