El nuevo desastre natural ocurrido estos días en la región de Río de Janeiro, en Brasil, debiera hacernos reflexionar.
A modo de resumen, recordemos:
* Terremoto de Haití, de 7 grados en la escala de Richter. Con más de 200.000 muertos, 250.000 heridos y más de un millón de desplazados
* Terremoto de Chile, unos meses después del anterior, el 27 de febrero. Con una magnitud de 8,8 grados. Con 521 fallecidos. 500.000 viviendas destruidas y un total de 2 millones de damnificados. El tsunami que impactó sobre las costas chilenas poco después terminó por destruir muchas localidades ya afectadas por el seismo.
* Volcan de Islandia, ese de nombre imposible: Eyjafjallajökull. El 14 de abril entró en erupción y sus efectos afectaron a toda Europa a causa de la ceniza volcánica que obligó a cerrar durante días el espacio aéreo de muchas zonas de Europa.
* Vertido del Golfo de México, no fue en principio provocado por la naturaleza sino por la petrolífera BP. Murieron once personas pero las consecuencias ecológicas son aún incalculables.
* Terremoto de Yushu, en China. De 6,9 grados de magnitud, el 14 de abril. Murieron 2.700 personas y 10.000 resultaron heridas.
* Tormenta Agatha, en Centroamérica, siendo el país más afectado Guatemala por corrimientos de tierra e inundaciones. 192 muertos.
* Inundaciones en Pakistán. A finales de julio. 1.600 fallecidos y más de 14 millones de personas afectadas.
* Ola de calor en Rusia, en este verano. Alcanzaron temperaturas sin precedentes por aquellos parajes: 40 grados.
Ahora los dos primeros grandes desastres de 2011 han sido las inundaciones en Australia y en Brasil.
En Australia el efecto de las inundaciones ha sido brutal y grandes extensiones han sido declaradas zonas de desastre natural. Han sido consideradas las inundaciones peores de los últimos 50 años. Han muerto 54 personas.
En Brasil, en la región de Río de Janeiro, con unas inundaciones feroces también, ya han fallecido más de 500 personas y 10.000 han perdido su hogar. El drama humano, social y económico es brutal.
Es cierto que hablamos de desastres naturales pero estos tienen una mayor repercusión si el lugar donde ocurren es de extrema pobreza. Ejemplos los encontramos en Haití, en Pakistan, ahora en Brasil.
El terremoto de Chile fue de mucha mayor intensidad que el de Haití, sin embargo aquí su efecto mortífero fue brutal a causa de las pésimas construcciones que aumentaron considerablemente el número de víctimas. Por suerte, en Chile afectó a una zona más despoblada.
Lo mismo ocurre comparando las inundaciones de Australia y las de Brasil. Por supuesto que las pérdidas económicas en Australia son brutales pero aquí han muerto 54 personas y en Brasil llevan ya 500. La construcción de riesgo de la zona de Río, en torrenteras y con unos materiales pésimos han dado lugar a estas terrible número de víctimas.
Por eso, y como conclusión, decir que sí son desastres naturales, pero menos. O al menos, considerar que muchas de las consecuencias son provocadas por el hombre.
Mientras esto no lo aprendamos, tendremos grandes dificultades para hacer frente al número creciente de desastres naturales que el planeta está padeciendo en esta últimos años.
Mientras esto no lo aprendamos, tendremos grandes dificultades para hacer frente al número creciente de desastres naturales que el planeta está padeciendo en esta últimos años.
6 comentarios:
Querida amiga, una inteligente asociación de, por un lado, el cambio climático y sus devastadores efectos, y, por otro lado, la situación socioeconómica que la zona sufre. Una asociación digna de tí, que nos demuestra que los efectos de los desastres naturales tienen un alcance relativo según dónde ocurran. Una gran idea y un gran post.
14 de enero de 2011, 20:33Besos
Salud y República
Pues así es. Pero nadie se va a molestar en reflexionar.
14 de enero de 2011, 21:00saludos
Leerlo así junto es como rememorar pesadillas de noches diversas en una misma sentada. Lo peor: son pesadillas largamente anunciadas. Lo peor de lo peor: nada cambia. Les da igual. La guerra fueron siempre ese precio de sangre a pagar para el bienestar de unos pocos. El desastre "natural" se ha convertido en exactamente lo mismo. Ya decían los del club Bildenberg que éramos muchos y que, por tanto, muchos sobraban. Es así de crudo.
14 de enero de 2011, 21:11¿En serio crees que van a reflexionar? sería maravilloso...
14 de enero de 2011, 23:22Besicos de bello fin de semana,
Negar la evidencia de la acción de la humanidad en el cambio climático ya solo se le ocurre a Rajoy y su primo y al otro lado del Atlántico a Bush y a los del Tea Party.
14 de enero de 2011, 23:24Hoy cuando salía a pasear como mi perra, se veía desde el cerro del Telegrafo una inmensa boina negra de contaminación en Madrid, solo se ha necesitado un par de dias de anticiclón para que esta se produzca.
Dantote un poco la razón, seguramente se producirán mas muertes en Madrid por la contaminación atmosférica que por el humo del tabaco, pero nadie le mete mano seriamente a este asunto.
En Madrid se cambian de sitio los medidores de la contimización para que los resulados sean más favorables y a la vez se invierte en potenciar el transporte privado en lugar de apostar por el transporte colectivo. Las consecuancias son las que ya todos conocemos.
A nivel mundial los paises ricos consumen unos recursos naturales que la naturaleza es capaz de regenerar, alterando el equilibrio biologico del planeta. El cambio climático es la respueta de la naturaleza ante la depradación de los recursos naturales por parte de los humanos.
Salud, República y Socialismo
Pues si, está claro, a los pobres que les den, esto no es mas que otra demostración de lo estúpidos que somos los humanos, supongo que si como pasa en Australia, con un territorio inundado que sobre pasa a la suma de Francia y Alemania juntas, y se sigue sin mover un dedo, pues ¿Que vamos a esperar?
15 de enero de 2011, 0:47Un desastre.
Salud y besos
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