2. El aborto no es un tema exclusivamente cristiano. A la hora de regularlo debe primar la ética cívica, común a todos los ciudadanos y ciudadanas, sobre la moral religiosa, específica de cada creencia. Por esto, corresponde al Parlamento democrático, ámbito de la soberanía popular, legislar sobre este tema.
3. El aborto, tema de especial sensibilidad, debe entenderse dentro de las diversas situaciones que amenazan y amparan la vida desde su inicio hasta su final. La ciencia (en la que actualmente no hay unanimidad) y la ética social irán marcando el cuándo del comienzo de la vida, el cuidado de su calidad y el momento de su final.
4. Los cambios culturales y sociales (avances de la ciencia, desarrollo de los Derechos Humanos, nuevo estatus de la mujer en sociedad, etcétera) influyen esencialmente en la definición de las situaciones límite o supuestos del aborto. La situación actual exige una revisión de la legislación vigente para adaptarla a los nuevos contextos.
5. A La mujer le corresponde decidir la interrupción de su embarazo, contando siempre con garantías sanitarias, psicosociales y jurídicas adecuadas en los servicios públicos. Defendemos que ninguna mujer deba ser llevada a la cárcel por interrumpir su embarazo.
6. En el conflicto entre la objeción de conciencia de los sanitarios y la decisión de la mujer de interrumpir libremente su embarazo, exigimos de los poderes públicos la regulación necesaria de los servicios hospitalarios para la práctica digna y segura de este derecho.
7. Las cristianas y los cristianos, sin mayor conocimiento en este tema que el resto de los ciudadanos, defendemos la vida en todo su proceso (el principio, desarrollo y final) y consideramos las aportaciones de la ciencia como un logro importante, aunque nunca dogmático, de la inteligencia humana.
8. Nadie debería hacer bandera política ni religiosa de este tema tan profundamente humano y generalmente por nadie deseado. Como católicos, nos oponemos decididamente a la excomunión y exigimos que esa pena desaparezca del Código de Derecho Canónico.
Finalmente, consideramos fundamental la información y formación de todos los ciudadanos y ciudadanas sobre este tema, la educación sexual adecuada, el uso de anticonceptivos y técnicas de reproducción, la atención y seguridad sanitaria y el acompañamiento psicosocial.
Creo, y estoy firmemente convencida de ello, que lo único que mueve las estructuras, las rígidas estructuras, es el propio movimiento social, las actitudes proactivas de la sociedad. Quedan pués definitivemente abolidas las posturas de "nada sirve para nada" y "el dejar hacer".
Hoy estoy algo más optimista. Me gusta ver como están a la gresca dentro de sus filas. Si me gusta verlo.
Seguiremos luchando por nuestra sociedad. Por la que queremos muchos de nosotros. Por una sociedad laica. Por una sociedad libre. Por una sociedad plural. Por una democracia moderna. Y que mejor hacerlo que en el día en que se conmemora la instauración de la II República, hace ya la friolera de 78 años.
9 comentarios:
CarmenDecirte primero que si has copiado mi bandera republicana, tampoco te has dado cuenta de que está al reves. Yo ya lo he rectificado.
14 de abril de 2009, 22:58Sobre el asunto de tu entrada, a estos del manifiesto como les apliquen el Código de Derecho Canónigo los excomulgan, pero la iglesia católica es tan hipócrita que sus propias normas solo las utilizan para crear miedo entre su rebaño, aunque a la vista de ese manifiesto parece que poco caso hacen determinadas bases a su jerarquía.
Me ha parecido totalmente acertada la afirmación de que la ética cívica está por encima de la moral religiosa, que solo atañe a una parte de la sociedad.
Salud, República y Socialismo
Está claro que una cosa es la jerarquía y otra muy distinta los fieles cogidos de uno a uno, pero no hay que llevarse a engaño, son demasiado pocos para que algo cambie. Lo que tienen que entender de verdad es que la mayoría de la sociedad es partidaria de esa ética, y nada más.
15 de abril de 2009, 0:29Carpe Diem
hay que diferenciar la jerarquia de la iglesia catolica de sus gentes que como en todos los sitios hay de todo y entre ellas gente bastante comprometida,lo que pasa es que como se dice por mi tierra "pintan menos que Pichorras en Pastriz",los que realmente dan miedo son el tipejo ese que has puesto en la foto,que solo hay que ver el odio que lleva en la mitrada y sus seguidores que la mayoria de ellos ya sabemos que color de camisa lucen,son los de misa diaria y plaza en el cielo asegurada por nacimiento,un saludo.
15 de abril de 2009, 2:07No digo que esté mal el intento de cambio desde dentro, pero sí que es poco productivo. Son pocos y además en una organización teocrática y aristocrática la base no tiene nada que hacer, salvo marcharse o que la echen. ¡Ojalá no fuera así!
15 de abril de 2009, 8:06Además tocan el asunto con sumo cuidado para no enfrentarse con su jerarquía. Bienvenida sea esta contestación pero es necesario más consistencia para hacer cambiar a esta jerarquía. Y en eso debe intervenir la sociedad entera, empezando por el gobierno que nos representa.
Salud y República
Seguimos suspirando por una oportunidad para tener esa Tercera República...
15 de abril de 2009, 9:00El problema de los colectivos de base de la Iglesia Católica es que se encuentran dentro de una estructura sumamente jerarquizada y en la que su capacidad real de promover cambios es muy pequeña. Con Juan Pablo II se le otorgó el poder a las sectas más fanáticas, léase Opus Dei, los Kikos, Legionarios de Cristo... y son ellas las que controlan verdaderamente los designios de la Iglesia. Con ese panorama, poco puede hacer la Iglesia de base, constantemente perseguida y condenada al ostracismo.
La III.Me gustaría seguir siendo joven para disfrutarla, si llegase, cosa que dudo,pero en fin......
15 de abril de 2009, 9:02Lo de la Iglesia con el tema del aborto, y la sociedad en general, ya está traspasando los límites permitidos.
Bueno mira, está bien, es un paso adelante que años atras quizá no se habrían atrevido,paso a paso se hace camino aunque la Iglesia no dará nunca su brazo a torcer, lo que ellos dicen es dogma y están en posesión siempre de la verdad.Besos guapa.
15 de abril de 2009, 14:00Que problema esto entre aborto, iglesia y politica. Mientras todos se vuelven locos por esto,al parecer en el fondo a nadie le importa realmente el tema de la vida... idealismos y en busca de razón...en primer lugar.
15 de abril de 2009, 23:02Besos y que tengas una linda noche.
@Gracias a todos por vuestros comentarios. Si aunque es verdad que la Iglesia de base tiene poca o poquísima representatividad en el conjunto, creo que ya es un síntoma.
16 de abril de 2009, 5:39Publicar un comentario