Hoy día la "excelencia" está considerada como la base mínima de partida para competir y desarrollar un proyecto profesional. Hoy día la "excelencia" es el fundamento básico de cualquier organización profesional, tanto en el ámbito privado como en el institucional. En defenitiva, se entiende la excelencia como los elementos básicos exigibles para el mejor desempeño en un puesto de trabajo.
Si esto ya es así para muchos profesionales, es absolutamente exigible en cualquier persona que detenta un cargo público, entendido esto en su más amplio sentido. Afecta, por tanto, a representantes de las altas instituciones del Estado, de las organizaciones y asociaciones empresariales, de los altos cargos de las diferentes administraciones públicas, a los partidos políticos, en definitiva a todas aquellas personas que representan los intereses de determinados colectivos.
Toda esta reflexión viene a cuento porque la semana pasada hemos tenido varios casos de "no excelencia" en algunos "altos representantes".
Caso Sarkozy: Las supuestas declaraciones del presidente Sarkozy en relación con los mandatarios Zapatero, Merkel y Obama en las que pone en evidencia su inteligencia o su idoneidad, son de una gran irresponsabilidad política. Al Presidente de la República Francesa se le debe presuponer un control en su lenguaje y un comportamiento acorde con el cargo que ostenta. Hubiera evitado que su Gabinete saliera a desmentir y desdecir lo que dicen que no dijo pero que dijo.
Caso Conde-Pumpido: El Fiscal General del Estado hizo unas declaraciones muy inconvenientes, por decirlo suavemente. Declaraciones en la pone en cuestión el papel de la policía en la lucha antiterrorista y en la escasa colaboración de esta con el Ministerio Fiscal. Declaraciones que hicieron tanto ruido que inmediatemente tuvo que escenificar un encuentro con el Director General de la Policía para rectificar sus graves acusaciones y desdecirse de lo dicho que, como los anteriores, dijo que no había dicho o no había querido decir.
Caso Gobernador del Banco de España: El señor Fernández Ordoñez afirmó días atrás que el superavit de la Seguridad Social desaparecería en este año y, como consecuencia, el sistema de pensiones estaría en una situación muy crítica por lo que habría que considerar retrasar la fecha de jubilación a los 67 años. Esta declaración de gran impacto social, hecha por el Gobernador del Banco de España, es de una torpeza supina, que dió lugar a un revuelo mediático con intervenciones del Gobierno, de los sindicatos, de la patronal y con el resultado final , como en los casos anteriores, de que el propio Gobernador del Banco de España se desdijo de lo dicho que dijo nunca haber dicho.
Caso Presidente de la CEOE: el señor Gerardo Díaz Ferrán, ante el revuelo producido por la sugerencia de retrasar la fecha de jubilación a los 67 años, dijo textualmente: "tengo 66 años, voy a cumplir los 67 en diciembre y sigo trabajando". Aquí no es necesario mayor comentario. Es un insulto a la inteligencia y a los trabajadores. Sin más.
Caso Aznar: el inefable acaba de pontificar que el sistema actual del estado del bienestar es insostenible. Esto produciría una gran alarma social si no fuera porque lo que dice y diga no produce ya casi ningún efecto. Quizás si en Rajoy, no se.
Hoy he recordado todos estos casos de falta de "excelencia". Hay muchos más. Estos han ocurrido en menos de una semana.
Por muchísimo menos cualquier profesional, cualquier trabajador, sería despedido y estaría ahora en las filas del INEM.
Si no hay excelencia en un desempeño deberían plantearse si son aptos para los mismos, no creen?
Toda esta reflexión viene a cuento porque la semana pasada hemos tenido varios casos de "no excelencia" en algunos "altos representantes".
Caso Sarkozy: Las supuestas declaraciones del presidente Sarkozy en relación con los mandatarios Zapatero, Merkel y Obama en las que pone en evidencia su inteligencia o su idoneidad, son de una gran irresponsabilidad política. Al Presidente de la República Francesa se le debe presuponer un control en su lenguaje y un comportamiento acorde con el cargo que ostenta. Hubiera evitado que su Gabinete saliera a desmentir y desdecir lo que dicen que no dijo pero que dijo.
Caso Conde-Pumpido: El Fiscal General del Estado hizo unas declaraciones muy inconvenientes, por decirlo suavemente. Declaraciones en la pone en cuestión el papel de la policía en la lucha antiterrorista y en la escasa colaboración de esta con el Ministerio Fiscal. Declaraciones que hicieron tanto ruido que inmediatemente tuvo que escenificar un encuentro con el Director General de la Policía para rectificar sus graves acusaciones y desdecirse de lo dicho que, como los anteriores, dijo que no había dicho o no había querido decir.
Caso Gobernador del Banco de España: El señor Fernández Ordoñez afirmó días atrás que el superavit de la Seguridad Social desaparecería en este año y, como consecuencia, el sistema de pensiones estaría en una situación muy crítica por lo que habría que considerar retrasar la fecha de jubilación a los 67 años. Esta declaración de gran impacto social, hecha por el Gobernador del Banco de España, es de una torpeza supina, que dió lugar a un revuelo mediático con intervenciones del Gobierno, de los sindicatos, de la patronal y con el resultado final , como en los casos anteriores, de que el propio Gobernador del Banco de España se desdijo de lo dicho que dijo nunca haber dicho.
Caso Presidente de la CEOE: el señor Gerardo Díaz Ferrán, ante el revuelo producido por la sugerencia de retrasar la fecha de jubilación a los 67 años, dijo textualmente: "tengo 66 años, voy a cumplir los 67 en diciembre y sigo trabajando". Aquí no es necesario mayor comentario. Es un insulto a la inteligencia y a los trabajadores. Sin más.
Caso Aznar: el inefable acaba de pontificar que el sistema actual del estado del bienestar es insostenible. Esto produciría una gran alarma social si no fuera porque lo que dice y diga no produce ya casi ningún efecto. Quizás si en Rajoy, no se.
Hoy he recordado todos estos casos de falta de "excelencia". Hay muchos más. Estos han ocurrido en menos de una semana.
Por muchísimo menos cualquier profesional, cualquier trabajador, sería despedido y estaría ahora en las filas del INEM.
Si no hay excelencia en un desempeño deberían plantearse si son aptos para los mismos, no creen?
12 comentarios:
Querida Carmen, se ve que también en la Excelencia, los políticos también tienen inmunidad. A los demás se les exije, ellos pueden hacer y decir las más grandes majaderías, sin rubirizarse y sin que haya consecuencias.
22 de abril de 2009, 7:34Un beso.
Salud y República
Estos lo que son es excelentes ejemplos de papanatismo. Lo de Aznar simplemente es insufrible. Pero lo de Ordoñez y Díaz Ferrán roza lo delictivo. Y por si quieres indignarte un poquito más, ayer vi en un periodico de papel un titular de portada en el que se decía que la patronal de los hipermercados propone congelar los salarios de los trabajadores durante cinco años como medida anti-crisis. Toma ya! Un saludo Carmen :)
22 de abril de 2009, 10:10Ay amiga mía ! La excelencia muchas veces brilla por su ausencia en los quehaceres de la vida, es más, hay quien no la ha conocido nunca.Las meteduras de pata de los personajes que nombras y otros tantos están a la orden del día, en el cargo que tienen deberían pensar antes de hablar, cosa que a veces tampoco logran hacer y es que les supone demasiado esfuerzo y gasto inútil de neuronas.Besitos.
22 de abril de 2009, 10:58En este país nos conformamos en general con hacer lo justo, con hacer las cosas a medias, con la mediocridad. No hay cultura del esfuerzo ni mucho menos de la excelencia. Es extraño encontrarse, en cualquier ámbito de la vida, con alguien a quien considerar "excelente". Encima siempre se le mira por encima del hombro, esperando que cometa algún fallo para echársele encima.
22 de abril de 2009, 11:07Pero tienes razón, cabría esperar mucho más, al menos mucha más prudencia y responsabilidad en las declaraciones públicas de nuestros "mandatarios". De acuerdo también en que lo que dice el que lleva un cepillo en el labio superior ya no escandaliza a casi nadie. El "solico", como decimos aquí, se ha descalificado hace tiempo.
Un abrazo.
Es estúpido dejar las decisiones sobre economía a aquellos que no pagarán precio alguno por equivocarse.
22 de abril de 2009, 12:29Y esto es extensible a toda la casta política. Meritocracia...
Un abrazo.
Está claro que nuestros políticos son excelentes... bocazas.
22 de abril de 2009, 16:44Carpe Diem
Pese a quien pese,yo voy a ser más rotundo:
22 de abril de 2009, 17:26Al Fiscal General de Estado habría que haberlo cesado en el siguiente Consejo de Ministros por
-su oposición a que la Audiencia Nacional procese a todas aquellas personas que instruyeron,dictaron o permitieron, mediante órdenes inmorales,la práctica de la tortura en la guerra de Irak.Hoy,Obama,lo deja con el culo al aire cuando el presidente de los USA ha cambiado su posición respecto a este asunto.(revisionista le están llamando)
-Por unas declaraciones insensatas y estúpidas que ponen en su contra todo el Cuerpo Nacional de la Polícia.
-Por su ambigüedad en el caso Güertel.
En cuanto a MAFO es otro irresponsable que está poniendo a los pobres pensionistas y jubilados en alarma innecesaria(a éste no se le puede cesar porque debe terminar su mandato legal)
Además,sigue sosteniendola y no enmendandola,introduciendo,además,lo que retoricamente se dice cuando se habla de "flexibilidad laboral).
Todos estos "listillos" sólo merecen el desempleo que desafortunadamente padecen buena parte de nuestros compatriotas.
No merecen estar en el cargo que ocupan ni el dinero mensual que reciben.
¡BASTA YA!, a sus casas.
El asunto,amiga Carmen,lo has tratado con "retranca" y sin pisar callos.Has escrito soberbiamente y no has querido hacer sangre.
¡Son indignos de seguir dónde están!
Un beso
Si tuviera que poner notas como a mis alumnos, volvería a usar el "Muy deficiente" pero sín posibilidad de repetir curso, no, no, no..
22 de abril de 2009, 20:40A la p.. calle, disculpa mi lenguaje...
Un beso, Carmen, tú sí te mereces un "Excelente"
Segun el diccionario ex celencia significa esto:
22 de abril de 2009, 20:421. f. Superior calidad o bondad que hace digno de singular aprecio y estimación algo.
2. f. Tratamiento de respeto y cortesía que se da a algunas personas por su dignidad o empleo.
Pues bien,todos estos tipos a los que mencionas solo utilizan la segunda acepcion,ya que tienen tendencia a ponersela delante del nombre,algo asi como excelentisimo señor Don....,un saludo y olvidalos que se acerca el fin de semana.
La política genera personas honestas, dignas y responsables con sus obligaciones, pero también otras que que entienden el sevicio público como un negocio o que terniman defendiendo interes controrias a las personas que les han elegido. Estos no deberían de estar en política, pero desgraciadamente en este apis tenemos muchos casos de corruptos e impresentables que han sido ratificados por las urnas.
22 de abril de 2009, 21:50Salud, República y Socialismo
Es que acaso los políticos se cuestionan alguna vez?. La prueba la tenemos en el número de dimisiones ¿Cuántos políticos han dimitido admitiendo sus errores? Los que lo han hecho, en la mayoría de los casos, ha sido presionados, pero casi nunca por voluntad propia.
23 de abril de 2009, 1:21Ellos se consideran aptos y "excelentes" para todo. Asi nos luce el pelo.
Un abrazo.
Gracias como siempre a todos por vuestros comentarios. Yo no desespero que alguna vez nuestros "mandatarios" sean más cautos cuando toman la palabra. Mientras no ocurra seguiré denunciándolo. Un beso a todos
23 de abril de 2009, 8:13Publicar un comentario